Otras 18 personas perdieron la vida en Badajshan (noreste), 12 en Nuristan, una en Nangahar, cuatro en Laghman (este) y seis en la provincia de Bamiyan (centre), según fuentes oficiales locales. En total fueron al menos 209 muertos.
Los servicios de rescate seguían este jueves intentando sacar las víctimas bloqueadas bajo la nieve, afirmó el gobernador de Panjshir. “Hace décadas que no vemos tanta nieve o aludes en Panjshir”, asegura.
La nieve cayó abundantemente esta semana sobre regiones montañosas del norte de Afganistán.
En Kabul, donde nevó el martes y el miércoles, los daños en cables eléctricos causaron problemas en el suministro eléctrico.
Los aludes y tormentas de nieve son frecuentes en el país y causan la muerte de decenas de personas cada año.
Afganistán sigue siendo uno de los países más pobres del mundo pese a los miles de millones de ayuda internacional que recibe cada año.
Lleva 35 años devastado por conflictos, como el que opone desde hace 13 años los insurgentes talibanes a las fuerzas progubernamentales apoyadas por las tropas lideradas por Estados Unidos.
Casas y ganado
Unas 100 casas y varias escuelas fueron destruidas por las avalanchas de nieve, explicó Kabiri, quien añadió que unas 500 cabezas de ganado han muerto también.
La situación climatológica durante los últimos días está siendo particularmente adversa en el noreste de Afganistán.
El domingo, en la provincia de Badajshan, murieron doce personas en una avalancha de nieve que destruyó sus casas mientras dormían.
Este miércoles había extensas zonas de Afganistán cubiertas de nieve por un temporal.
Afganistán sufre con frecuencia desastres naturales que provocan grandes pérdidas humanas, como los corrimientos de tierra que provocaron la muerte de dos mil personas en mayo del año pasado en el en el noreste del país.