“Nuestra lucha es en contra de los Zetas. Si con nuestros actos realizados ofendimos a la sociedad, al pueblo de México, y a las corporaciones federales, les pedimos disculpas en nombre de todo el grupo que conformamos”, dice al micrófono el más robusto.
Los Zetas, un grupo creado en la década de 1990 por militares mexicanos que desertaron para trabajar con el cartel del Golfo, al que ahora se enfrentan, son señalados por algunos de los crímenes más atroces cometidos en medio de la violencia desatada por los operativos antidroga lanzados desde el 2006 por el Gobierno y a la que se atribuyen más de 41 mil muertos.
Entre otros crímenes, el Gobierno acusa a los Zetas del incendio de un casino de Monterrey, el cual dejó 52 muertos a finales de agosto último, y de la masacre, en el 2010, de 71 inmigrantes de El Salvador, Honduras, Guatemala, Ecuador y Brasil.
“La intención era darle a saber al pueblo veracruzano que este flagelo de la sociedad no son invencibles, y que ya no se dejen extorsionar”, continúa el video de los Matazetas.
Ante esta reivindicación indirecta de las masacres en Veracruz, el gobierno federal reiteró que cualquier “expresión, al margen de la ley, que pretenda erigirse en combatiente del crimen, carece de legitimidad necesaria y con independencia de la causa o motivación enfrentará la fuerza del Estado”, dijo ayer el secretario de Gobernación, Francisco Blake.
Blake también afirmó que “el Gobierno Federal combate por igual y sin distingo alguno a cualquier grupo delictivo”.
“En el Estado mexicano no hay cabida para la manifestación o acción de persona, grupo u organización que atente o violente el estado de Derecho, independientemente de su causa, motivación o finalidad”, dijo la Fiscalía en un comunicado.
Hace una semana, antes de una reunión de fiscales de todo el país, 35 cadáveres fueron abandonados en dos camionetas, en una concurrida calle de Boca del Río, municipio de la zona metropolitana del Puerto de Veracruz —400 km al este de Ciudad de México—, junto a un mensaje que afirmaba que se trataban de miembros de los Zetas.
Otros 14 cuerpos aparecieron el jueves último en distintos puntos de la misma zona metropolitana.