Ese discurso de algo más de una hora tuvo lugar en momentos en los que se multiplican los llamamientos internacionales a un cese de la sangrienta violencia en Siria, donde el régimen sigue reprimiendo la revuelta popular y donde los combates entre soldados y rebeldes se han intensificado.
Siria es objetivo de un “plan de destrucción”, indicó Al Asad durante su discurso ante el nuevo Parlamento emitido por televisión, en el que se presentó como un dique de contención contra el “terrorismo que sube”. En siria han muerto 13 mil 400 personas desde el 15 de marzo del 2011.