Según las informaciones de que dispone el banco, entre 14 y 20 personas fueron al club varias veces, y dos o tres recurrieron a prostitutas.
El grupo bancario, especialista en ahorro vivienda, trata de verificar si los participantes en el viaje “incumplieron las reglas de comportamiento”, explicó Bernd Hartweck, miembro del consejo de administración de Wüstenrot.
El grupo premió los resultados comerciales de algunos empleados de la empresa con este viaje organizado del 27 de abril al 2 de mayo. El programa incluía excursiones turísticas, restaurantes, pero ningún espectáculo ni actividades que infringieran las reglas de la empresa, según el banco.
Según Handelsblatt, este club fue recomendado por la propia guía turística. “Cuando las puertas del autobús se abrían, cerca de la mitad del grupo descendía, incluidos directores (…) Yo me decía que no es posible que Wüstenrot nos traiga a un burdel”, explicó un participante al diario conservador.
“Estos desvíos evidentes (cometidos) en el marco de un viaje de negocios son contrarios a nuestras reglas de comportamiento”, dijo Hartweck recordando que el banco no apoya ni organiza ni financia este tipo de actividades.
El grupo no excluye adoptar “al menos medidas disciplinarias”.
En mayo, una filial de seguros del grupo alemán Munich Re se vio salpicada por un asunto parecido, en el que algunos comerciales recibieron la oferta de una veintena de prostitutas durante un “seminario de motivación” en Hungría en 2007.