Internacional

Cambio climático reduce intervalo entre olas de calor mortales en la región

Durante mayo y junio se registraron altas temperaturas récord en Estados Unidos, México, Honduras y Guatemala, según informe.

calor

El cambio climático genera olas de calor más frecuentes y fuertes, según estudio. (Foto Prensa Libre: Keneth Cruz)

El cambio climático aumentó, 35 veces más, las posibilidad de que se den olas de calor mortales como las que desde el pasado mes de marzo azotan algunas zonas de Centroamérica y del sur de los Estados Unidos, según un estudio realizado por diversas organizaciones climáticas.

De una investigación publicada este jueves 20 de junio, realizada por científicos climáticos de la red World Weather Attribution (WWA) y del Centro Climático de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, se destacan datos de un análisis que demuestra la vinculación del calentamiento global con el calor extremo que los últimos meses ha afectado a millones de personas en las regiones de Centroamérica y parte de Norteamérica.

Para el año 2000, se tenía estimado que un calor extremo como el que se está manifestando en la región durante mayo y junio, ocurriría solo una vez cada 60 años, por lo que una persona solo tendría que vivir esta situación una vez en toda su vida. No obstante, el informe revela que, desde el inicio del calentamiento global, los calores extremos se pueden llegar a presentar cada 15 años, haciendo que una persona tenga que vivir este fenómeno cinco o seis veces durante su vida.

El análisis también revela que las olas de calor no son solo más frecuentes, sino también más calurosas, ya que en el periodo analizado las temperaturas diurnas eran 1.4 grados más altas de lo que hubieran sido en tiempos preindustriales, mientras que las nocturnas lo eran 1.6 grados más.

Problemas en Centroamérica

Durante estas olas de calor se han registrado récords mensuales en las altas temperaturas de Guatemala. Además, Honduras también ha visto un incremento significativo en su temperatura anual.

“Sin esta subida de 1.5 grados que ha provocado el calentamiento global hasta la fecha, estos episodios de calor extremo habrían sido muy poco probables“, indicaron los responsables del informe tras analizar los cinco días y noches más calurosos de las olas de calor registradas a principios de junio en la región centroamericana.

En este sentido, el documento detalla que este tipo de canículas de gran intensidad son 35 veces más probables en Centroamérica ahora que antes de la industrialización y cuatro veces más que en el año 2000.

Problemas de salud causados por el calor

Según un comunicado de Catharina Guidence, médica y doctora, el calor extremo ayuda al aumento de tasas de enfermedades cardiovasculares, respiratorias y renales. Además de esto, indica que las altas temperaturas amenazan la estabilidad de la red eléctrica, lo cual puede afectar negativamente a las comunidades y centros sanitarios.

Por su parte, la Cruz Roja advirtió que este incremento en la frecuencia y magnitud de dichos eventos meteorológicos ha tenido numerosos impactos, el más preocupante en la salud, con al menos 125 personas en México que han muerto a causa de las olas de calor desde marzo.

“El 1.5°C adicional de calor causado por el cambio climático habría sido la diferencia entre la vida y la muerte para muchas personas durante mayo y junio”, aseguró tras la publicación del informe la experta para la región de América Latina y el Caribe del Centro Climático de la Cruz Roja, Karina Izquierdo.

Asimismo, el aumento de temperaturas en Centroamérica trae asociados crecimientos paralelos de enfermedades como el dengue (al ampliar las zonas y estaciones en los que puede actuar vivir el mosquito que transmite el virus), destaca el estudio.

En ese sentido, cifras de la Organización Panamericana de la Salud subrayaron que los casos de dengue de enero a mayo aumentaron un 622 % en Guatemala y un 580 % Honduras con respecto al año pasado.

Con información recopilada de El País

ESCRITO POR:

Ximena Fernández

Periodista, colaboración especial para Prensa Libre.