Zelaya fue captado en el suelo tras una caída accidental que algunos aseguraron que se trató de un desmayo.
El portavoz de los bomberos, Oscar Triminio, informó a través de redes sociales que en Ocotepeque, noroeste, manifestantes incendiaron la sede policial y publicó fotografías del incendio.
“No vamos a dejar que este dictador que perdió las elecciones se siente en la silla presidencial”, dijo a la AFP un manifestante que no se identificó, mientras bloqueaba la calle en la colonia Miraflores, un sector de clase media en el este de Tegucigalpa.
“Estamos despejando las vías, para mantener la calma. Pueden protestar porque es su derecho, pero en forma pacífica”, expresó un oficial de la policía en otra colonia capitalina.
Zelaya llegó después a El Sitio a supervisar la toma y advirtió de que entre más insista Hernández en quedarse en el poder “más gasolina le va a echar al fuego” de las protestas.
La alianza dio una lista de un centenar de lugares donde se llevaron a cabo los bloqueos en todo el país, incluyendo los pasos de las fronteras con Nicaragua, Guatemala y El Salvador, así como las turísticas Islas de la Bahía, en el Caribe.
Desde el domingo pasado el TSE -que tiene hasta el 26 de diciembre para proclamar al ganador-, está dedicado a resolver impugnaciones presentadas por partidos de oposición para que las elecciones sean anuladas y se convoque a nuevas.
Entre más insista Hernández en quedarse en el poder más gasolina le va a echar al fuego de las protestas. Manuel Zelaya
La alianza impugnó la votación y el conteo, al señalar que hubo “alteración por dolo de las actas del escrutinio” para asegurar la reelección de Hernández.
Un grupo de intelectuales vinculados a la alianza propuso un gobierno provisional encargado de “una transición ordenada”.
Uno de los firmantes, el sacerdote jesuita Ismael Moreno, explicó a la AFP que su propuesta es anular las elecciones conforme a la Carta Democrática de la Organización de Estados Americanos (OEA) y nombrar un gobierno de transición a partir del 27 de enero próximo -cuando vence el mandato de Hernández-, para que convoque a nuevas elecciones.
Este gobierno de transición convocaría previamente a un plebiscito para decidir si se cambian los artículos “pétreos” que prohíben la reelección en el país y si se aprueba el cambio Hernández podría participar en las elecciones, de lo contrario el PN tendría que cambiar el candidato, explicó.