El portavoz del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, recordó también al régimen norcoreano que debe cumplir sus “obligaciones y compromisos” en materia nuclear.
Renueva su desafío nuclear
Corea del Norte lanzó este martes un nuevo desafío a la comunidad internacional al anunciar que ha vuelto a operar el reactor que abastece su programa de armas atómicas y que próximamente pondrá en órbita un satélite con un proyectil de largo alcance.
El reactor nuclear de Yongbyon, ubicado unos cien kilómetros al norte de Pyongyang y que se consideraba inactivo desde 2007, “ha comenzado a operar con normalidad”, reveló este martes el Instituto de Energía Atómica de Pyongyang en un comunicado.
El anuncio confirma la información proporcionada en los últimos meses por diversas imágenes de satélite, que pusieron de manifiesto importantes progresos en la planta de enriquecimiento de uranio y el reactor moderado por grafito de 5 megavatios de Yongbyon.
Estas instalaciones son, según expertos, la principal fuente de abastecimiento del programa de armas nucleares norcoreano, ya que podrían producir hasta seis kilogramos al año de plutonio a partir de las barras de combustible usado.
Lejos de tratar de ocultar este hecho, el régimen de Kim Jong-un reafirmó hoy que la nueva puesta en marcha del reactor responde al doble objetivo de “avanzar al mismo tiempo en el progreso económico del país y en la construcción de una fuerza nuclear avanzada”.
En este sentido, aseguró estar “totalmente preparado para responder con sus armas nucleares” en caso de que EE. UU. y sus aliados sigan manteniendo una “política hostil” y una “actitud beligerante” hacia el Estado comunista.
Horas antes del anuncio sobre la reapertura de su reactor nuclear, Corea del Norte planteaba un primer desafío a la comunidad internacional al revelar que está finalizando los preparativos para poner en órbita un nuevo satélite espacial.
El régimen aseguró que se trata de un satélite meteorológico y reivindicó su derecho al desarrollo de tecnología espacial con fines pacíficos.
Sin embargo, la operación requiere disparar un cohete de largo alcance, por lo que EE. UU. y otros países interpretan que este tipo de acciones son, cuando las lleva a cabo Corea del Norte, ensayos encubiertos del lanzamiento de un misil intercontinental.
Los nuevos desafíos nuclear y de misiles de Pyongyang no han llegado completamente por sorpresa, ya que desde hace semanas se viene anticipando una acción de este tipo con motivo del 70 aniversario de la fundación del Partido de los Trabajadores, el próximo 10 de octubre, su efeméride más importante de este año.
“Asumo que ambos anuncios de Corea del Norte están destinados a crear un ambiente previo al aniversario del Partido”, declaró el analista político Lee Sang-hyun, del instituto de investigación Sejong en Seúl.
Los expertos también coinciden en que lo sucedido hoy puede suponer una amenaza al proceso de diálogo que las dos Coreas abrieron a principios de mes y que ha despertado esperanzas sobre una reconciliación estable.
Reunión familiar
Altos representantes de Norte y Sur se comprometieron a poner fin a las hostilidades y a abrir una nueva etapa en sus relaciones, organizando como primer paso una reunión de familiares separados por la Guerra de Corea (1950-53) que previsiblemente tendrá lugar en octubre.
Desde un punto de vista más internacional, se espera que Corea del Norte reciba una dura respuesta por parte del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en caso de que lleve a cabo el lanzamiento de su satélite o realice una nueva prueba nuclear.
En diciembre de 2012 Pyongyang lanzó su cohete Unha-3, que logró por primera vez en la historia del país poner en órbita un satélite de observación, el Kwangmyongsong-3.
Como respuesta, el Consejo de Seguridad de la ONU endureció las sanciones económicas que impone al país comunista.
Asimismo, el organismo de Naciones Unidas ha reforzado sus castigos al régimen de los Kim tras las pruebas nucleares de 2006, 2009 y 2013.