Siete años después busca la reelección con el mismo grupo político, pero sin todo el apoyo inicial.
Aunque se han separado de AP grupos de indígenas y representantes de algunos sectores sociales de izquierda, el movimiento encara las elecciones con un equipo político y de comunicación mejor estructurado y una base muy sólida de respaldo popular, labrado en los últimos seis años de gobierno.
A su favor tiene, entre otros logros, la inversión en infraestructura, educación y salud, y en contra, algunos casos de corrupción aún latentes que han salpicado a cercanos al régimen y familiares del gobernante.
Correa es el líder claro de la campaña, con una ventaja de entre 38 y 53 puntos porcentuales, dependiendo de la encuesta, sobre su inmediato seguidor, el exbanquero Guillermo Lasso, un margen que, de mantenerse, le daría la victoria en la primera vuelta.