El activista Julio Beltrán, del opositor Partido Republicano de Cuba (PRC), dijo telefónicamente a la AFP que los 13 ocupantes del templo son miembros de esa organización y quieren que sus demandas sean escuchadas por el Papa, que visitará la isla del 26 al 28 de este mes.
En la oficina del templo varias personas hacían fila este miércoles en la mañana para sacar turnos de bautizos, sin que hubiera presencia policial en los alrededores, según constató un periodista.
El sitio en internet del PRC señaló que los “plantados” (ocupantes del templo) piden “libertad sin condiciones a presos político, cese la represión y persecución a opositores al régimen, así como “aumento de salarios y pensiones a retirados acorde con el costo de vida actual”, entre otras demandas.
Según ese sitio, Ramón Suárez Polcari, canciller de la Arquidiócesis de La Habana, que encabeza el cardenal Jaime Ortega, “habló con los amotinados, pero no han llegado a un acuerdo”. El Arzobispado no ha hecho declaraciones sobre el caso.
A principios de marzo, Orlando Márquez, el portavoz de la Arquidiócesis, alertó que la Iglesia Católica corría el “riesgo” de enfrentar presiones políticas ante la visita del papa de sectores que quieren que impulse “cambios radicales” en la isla y de otros que desean que se “repliegue” a los templos.
“Hay un riesgo ciertamente en este proceso, pues ante la ausencia de otras entidades, grupos o partidos independientes, algunos pueden aspirar a que la Iglesia se convierta en el catalizador de cambios radicales en Cuba”, dijo Márquez en un artículo de la revista Palabra Nueva.
Benedicto XVI visitará La Habana y Santiago de Cuba (sudeste) en esta gira que también lo llevará a México.
Esta será la primera gira papal a Cuba desde que Juan Pablo II visitara la isla en 1998, lo que marcó el fin de las tensiones entre la Iglesia y el gobierno comunista.