Por fuerza de los acuerdos sellados por Barack Obama y Raúl Castro el 30 de junio, la relaciones diplomáticas quedarán automáticamente restablecidas en el primer minuto del lunes, y las respectivas secciones de Interés se transformarán en embajadas de pleno poder, con funcionamiento pautado por la Convención de Viena.
Invitados
La ceremonia en Washington DC contará con unos 500 invitados, incluido una delegación venida desde La Habana y que incluye al cantautor Silvio Rodríguez y al primer jefe de la Sección de Intereses, Ramón Sánchez Parodi.
El gobierno estadounidense estará representado por Roberta Jacobson, subsecretaria de Estado para el Hemisferio Occidental, y el diplomático Jeffrey deLaurentis, actual jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana.
En tanto, en La Habana por el momento no hay previsión de cualquier ceremonia para marcar la reapertura de la embajada, dijo el viernes un alto funcionario del Departamento de Estado, ya que esa cancillería prefiere esperar un viaje de Kerry para izar la bandera estadounidense frente al Malecón.
“Es una ocasión histórica, pero legalmente la embajada estará funcionando el lunes. No hay una exigencia legal de izar la bandera, pero el secretario de Estado quiere estar allí para presidir un evento tan importante”, dijo la fuente.
Reacreditación
El lunes, dijo ese funcionario, “todos los empleados de la Sección de Intereses serán reacreditados como empleados de la embajada, y el jefe de la misión será reacreditado como Chargé dAffaires. Eso quiere decir que todo el personal será incorporado al cuerpo diplomático en La Habana”.
En tanto, en la mañana del lunes el Departamento de Estado procederá a incluir la bandera de Cuba en el hall de entrada del edificio, junto a las de los países con los que Washington DC mantiene relaciones diplomáticas.
Sin embargo, dijo la fuente de la cancillería, esa operación será realizada “fuera de las horas de oficina”, es decir lejos de los ojos del público o de la prensa.
Mucho trabajo por delante
El restablecimiento de las relaciones diplomáticas y la reapertura de las embajadas representa un salto de gigantescas dimensiones respecto a la situación imperante desde 1961, cuando Estados Unidos rompió relaciones con Cuba y las dos representaciones diplomáticas fueran cerradas.
Recién en 1977 los dos países acordaron abrir Sección de Intereses en cada capital (bajo protección de Suiza, en el caso de La Habana; bajo la protección de la entonces Checoslovaquia en Washington DC, hasta que con la partición de ese país Suiza también adoptó responsabilidades).
Y sin embargo, los dos países aún tienen por delante un camino largo y sinuoso para resolver problemas acumulados en medio siglo, un proceso centrado en “normalización” de las relaciones bilaterales.
Desde los anuncios de reaproximación, los dos países han destacado que las diferencias seguramente no van a desaparecer como por arte de magia, pero tener embajadas operativas permitirá negociar esas diferencias y hallar salida a los problemas acumulados.
Puntos pendientes
El levantamiento del embargo estadounidense, la devolución de la base naval de Guantánamo y la solución a las multimillonarias demandas recíprocas de compensación son algunos de esos temas.
En todo Estados Unidos ciudadanos cubanos se preparan para una nueva fase en la que tendrán a su disposición vuelos diarios o ferrys para visitar Cuba, pero los estadounidenses aún deberán esperar, ya que todavía rigen prohibiciones de viaje excepto para 12 categorías de autorización, estrictamente controladas.
De acuerdo con el vocero del Departamento de Estado, John Kirby, Kerry y Rodríguez tendrán una primera conversación “substantiva” en su reunión prevista para poco después del mediodía del lunes, aunque la agenda contempla un encuentro de apenas 45 minutos.