“El logro no es solo de Cueto, sino también de Cuba y prestigia mucho más su tabaco, reconocido mundialmente por su calidad, además de que contribuye a fomentar las ventas en el exterior de este producto y a atraer turistas”, dijo Melrose a la estatal Agencia de Información Nacional.
En mayo pasado, Cueto demoró ocho días para torcer totalmente a mano el descomunal tabaco en el marco de la Feria Internacional de Turismo FITCuba-2011 celebrada en La Habana.
Su gigantesco habano fue colocado entonces a lo largo de 12 bóvedas de un pabellón de la fortaleza colonial San Carlos de La Cabaña, donde el tabaquero solicitó la certificación del Guinness.
Para la torcedura Cueto utilizó hojas de las plantaciones de Héctor Luis Prieto, premio “Habano” del año 2007 como el mejor cosechero de la aromática hoja en la provincia cubana de Pinar del Río, considerada la cuna del mejor tabaco que se cultiva en el mundo.
Esta es la quinta marca inscrita en el libro Guinness de récords mundiales que logra Cueto, cuyo debut ocurrió en el año 2001 con la elaboración de un tabaco de 11 metros y 4 centímetros de longitud.
En 2003 implantó un segundo récord con un puro de 14,86 metros, el siguiente fue en 2005 con un ejemplar de 20.41 metros y en 2009 alargó su torcedura hasta alcanzar 45.38 metros.
El tabaquero ha confesado que para torcer sus gigantescos puros necesita buena materia prima, un local cerrado, concentración, preparación física y hasta un médico y un masajista.
En su opinión, el Guinness del habano más grande del planeta “debe pertenecer siempre a Cuba”.