La medida se extendió a las regiones metropolitanas de Santiago, de Valparaíso, del Maule y La Araucanía, estas dos últimas en el sur de Chile.
El mandatario chileno explicó que la iniciativa tiene carácter preventivo y brinda mayores facultades y recursos “para que el Ministerio de Salud pueda prepararse para enfrentar estos problemas que estos fenómenos pueden provocar en la salud de la población” .
“Hoy tenemos prácticamente duplicada nuestra capacidad de enfrentar incendios forestales” , manifestó el mandatario, quien aprovechó para transmitir “una señal de calma a la población”.
El decreto entrega a la cartera de Salud facultades para adoptar medidas especiales, que incluyen la restricción de vehículos y la paralización de fuentes fijas y móviles que contaminen la ciudad.
En tanto, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, explicó que entre los antecedentes que se tomaron en cuenta para la adopción de la alerta sanitaria es la elevada presencia de humo en Santiago y otras ciudades.
A ello, se sumó la posibilidad de desplazamiento de poblaciones de roedores a causa de los siniestros forestales, que podrían acercarse a zonas pobladas y generar riesgo de expansión del mortal virus Hanta, que hasta ahora ha causado la muerte de 11 personas.
Por su parte, la Corporación Nacional Forestal (Conaf) dijo a los periodistas que las columnas de humo que cubrieron este miércoles Santiago provienen de, al menos, dos de los cuatro grandes incendios que afectan al sector costero de Constitución, a unos 500 kilómetros al suroeste de Santiago, así como por otros tres siniestros que han estallado en sectores aledaños a esta ciudad.
Santiago ya había sufrido un fenómeno similar el pasado fin de semana debido a un incendio de gran magnitud que se originó en la ciudad de Melipilla, situada a unos 60 kilómetros al suroeste de Santiago, que incluso cortó una de las autopistas que la unen con el sector costero.
La Intendencia (Gobernación) metropolitana de Santiago llamó a la ciudadanía a no realizar actividades físicas y a proteger de sobremanera a los niños y ancianos.
En los últimos días, los incendios ya han consumido más de 30 mil hectáreas de bosques y pastizales, muchos de ellos, según el Gobierno, provocados intencionalmente.