“Esto de ninguna manera es un reto al presidente de la cámara baja (el republicano por Ohio John Boehner). Es una sugerencia. El ha dicho que le gustaría someter algo a votación. Nos gustaría que tuviera estas características: que proteja la frontera, a nuestros trabajadores, con una vía a la naturalización” para los inmigrantes sin papeles, agregó Pelosi.
Pero la nueva versión reemplaza una enmienda incluida en el Senado, que buscaba invertir 49 mil millones de dólares para reforzar la seguridad fronteriza, por un proyecto de ley de seguridad fronteriza aprobado por la comisión de seguridad nacional de la Cámara Baja.
El congresista por Florida Joe García, uno de los cinco patrocinadores, dijo que el proyecto de ley “no es perfecto. Posiblemente cada uno de nosotros podría presentar algo mejor. Pero es un proyecto de ley de compromiso, que busca encontrarnos en el centro”.
Los demócratas cumplieron su meta de presentar el proyecto de ley antes de que activistas realicen concentraciones el sábado 5 de octubre en decenas de ciudades estadounidenses a favor de la reforma migratoria que incluya la opción de la naturalización.
Pero al mismo tiempo corren un gran riesgo de que la propuesta legislativa quede eclipsada por la primera reunión en persona que el presidente Barack Obama planeaba efectuar la tarde del miércoles con Boehner en la Casa Blanca para buscar un acuerdo que ponga al fin cierre parcial del gobierno, que ha obligado a ausentarse de sus trabajos a cerca de 800 mil funcionarios del gobierno federal.
Los republicanos condicionan su aprobación al presupuesto gubernamental correspondiente al año fiscal 2014 que comenzó el 1 de octubre, a la demora de algunos pasajes de la ley de salud.
Los demócratas sostienen que la ley está para ser negociada, ya que fue sancionada por el Congreso en 2010.
El cierre parcial del gobierno federal ha provocado el cierre de numerosos despachos y la suspensión de audiencias previstas por varias comisiones legislativas, incluyendo las relacionadas a una reforma migratoria.
La comisión judicial de la cámara baja canceló dos audiencias previstas esta semana: una sobre la implementación de un sistema que rastree la salida de extranjeros del territorio estadounidense y otra sobre el deber constitucional de presidente para aplicar las leyes.
La mayoría republicana ha criticado reiteradamente a Obama por considerar que abusó de su autoridad presidencial al lanzar el año pasado un programa para suspender las deportaciones de algunos inmigrantes sin papeles menores de 30 años, conocidos en inglés como “dreamers”.
El Congreso mantiene en el limbo a la reforma migratoria, ya que la mayoría republicana en la cámara baja se ha mostrado reacia a debatir el proyecto de ley aprobado por el Senado en junio, el cual concede a los inmigrantes sin papeles la opción de la naturalización.
La comisión judicial de la cámara baja aprobó en julio cinco proyectos de ley en áreas migratorias, todos de corte restrictivo a la inmigración ilegal.