El pasado 16 de junio, cuando anunció su intención de aspirar a la candidatura presidencial republicana para los comicios del año próximo, Trump lanzó duras críticas contra los inmigrantes mexicanos y propuso levantar un “gran muro” en la frontera sur.
“México manda a su gente, pero no manda lo mejor. Está enviando a gente con un montón de problemas (…). Están trayendo drogas, el crimen, a los violadores. Asumo que hay algunos que son buenos”, afirmó el magnate en el lanzamiento de su campaña, en Nueva York.
A raíz de esas declaraciones le han llovido críticas de todo tipo y han derivado en el final de relaciones comerciales o de contratos establecidos con medios como NBC, ESPN, Univisión y organizadores de eventos deportivos como las carreras de autos de Nascar.
Trump evitó precisar cifras, pero puso como ejemplo que en el caso de ESPN y Nascar fueron cancelaciones por las que los contratantes perdieron los depósitos iniciales, sin mayores complicaciones para él.
“Afortunadamente, soy muy rico y no me importa”, insistió.
Recalcó que en caso de que llegara a la Casa Blanca construiría un “gran muro impenetrable” en la frontera con México y dijo que durante la Administración de Barack Obama han llegado muchos más inmigrantes ilegales que en anteriores gobiernos.
“Hay más gente viviendo en este país ilegalmente que nunca antes”, insistió.
Aprovechó para recordar que sus críticas iban dirigidas a los inmigrantes ilegales de México y de otros países, que no identificó, y que, no obstante, dijo “amar” a México, a sus gentes y a su “espíritu”.
“México está haciendo una fortuna de Estados Unidos, ellos van a pagar ese muro, créame”, dijo Trump al entrevistador, una de las estrellas de la cadena, Anderson Cooper.
El magnate minimizó también una nota del diario Washington Times que informó de la existencia de trabajadores ilegales en uno de los hoteles que está construyendo en Washington.
“Me gustaría que me dieran nombres”, señaló, y dijo que su política y la de sus contratistas es sólo emplear trabajadores legales, pero también señaló que actualmente hay en Estados Unidos entre 11 y 34 millones de personas viviendo ilegalmente en el país.
En otros temas, afirmó que, de llegar a la Casa Blanca, ordenaría la destrucción de los campos petroleros de Irak que están controlados por el Estado Islámico, que le aseguran fuertes ingresos.
“Bombardearía hasta el infierno esos campos petroleros”, insistió, y aseguró que sería fácil reconstruirlos después de que las autoridades recuperen el control.
Preguntado sobre la posibilidad de lanzarse a la carrera presidencial como independiente en caso de que no lo elija el Partido Republicano, Trump señaló que “la mejor forma de derrotar a los demócratas es como republicano”.
Desde que lanzó su campaña política, Trump se ha colocado en el segundo lugar en las preferencias republicanas, detrás del exgobernador de Florida Jeb Bush.