“Presumimos que se trata de un incidente entre bandas rivales”, añadió, excluyendo una acción terrorista.
“Se utilizó un arma automática (…) No podemos descartar que tenga que ver con el crimen organizado. Hemos tenido problemas desde hace un tiempo en este sector con el crimen organizado”, añadió otra portavoz de la policía, Ulla Brehm.
Ocho personas fueron atendidas en el hospital Sahlgrenska de la ciudad costera; una de ellas estaba en estado crítico, según informó el centro en un comunicado.
Un testigo presencial citado por el diario Aftonbladet describió a dos tiradores que utilizaban armas que parecían fusiles de asalto Kalashnikov.
Según él, los dos hombres irrumpieron por la noche en el pub situado en las afueras de la ciudad, en Biskopsgaarden, y abrieron fuego.
“Estábamos sentados mirando el partido de futbol cuando entraron”, contó.
El mismo periódico recogía las declaraciones de un empleado del bar, que dijo que los asaltantes “apuntaban directamente a la gente… a sus cabezas.”
La Policía acordonó el sector y abrió una investigación por homicidio. Varias personas fueron interrogadas pero no se han producido detenciones hasta el momento y los atacantes, que huyeron en un automóvil, seguían siendo buscados este jueves por la mañana, según Blixter.
– Acto brutal-
El tiroteo responde perfectamente al esquema de ‘ojo por ojo’ entre bandas rivales en este tipo de áreas conflictivas de la ciudad sueca.
“Tenemos diferentes tipos de bandas criminales que están listas para […] hacer uso de una violencia extrema […] en este sentido, no es una sorpresa”, explicó el jefe de la policía de la región, Klas Friberg, durante una conferencia de prensa.
Además, Friberg reconoció estar preocupado por posibles represalias por parte de las bandas. “Entre varias bandas, hay cerca de cien hombres que están permanentemente preparados para actuar violentamente y cometer un crimen, piensan [en ello] las 24 horas del día, los siete días de la semana”, consideró Friberg. Por su parte, el ministro sueco del Interior, Anders Ygeman, declaró a la agencia de noticias TT que “nadie que vaya a un restaurante en Suecia debe preocuparse por acabar sumido en un baño de sangre.”Desde hace años, Suecia y la vecina Dinamarca tienen un problema de bandas criminales, que incluyen a los Hells Angels, los Bandidos y varios grupos de inmigrantes que luchan por el control del tráfico local de droga.Gotemburgo, que cuenta con 550 mil habitantes, ha vivido en los últimos tiempos varios tiroteos entre bandas rivales, muchos de ellos en la zona de Biskopsgaarden, un área residencial con gran cantidad de población inmigrante y una alta tasa de desempleo, si bien los enfrentamientos con víctimas mortales son poco frecuentes.En el 2014 se registraron 52 balaceras en Gotemburgo, en los que 21 personas resultaron heridas y cuatro murieron, informó el diario local Göteborgsposten (GP).Según una habitante del barrio interrogada por el diario Aftonbladet, los alrededores del lugar donde se produjo el tiroteo son habitualmente tranquilos, a diferencia de otras partes del vecindario.”Es una plaza pequeña con un supermercado, un pub y varios estancos (…) Yo vivo aquí desde hace un año y ha habido algún intercambio de tiros, pero nada serio. Hay bandas que se enfrentan pero no allí, más lejos, en Biskopsgaarden”, explicó.