Pero este año, con más de la mitad de los votantes estadounidenses que han emitido sus votos anticipadamente o por correo, se están desechando aún más boletas, lo que genera dudas sobre los derechos de voto y aumenta el espectro de una incertidumbre postelectoral en los estados clave.
Consideremos la Florida y Georgia, dos estados del sur donde el presidente Donald Trump y su rival demócrata, el exvicepresidente Joe Biden, han estado codo con codo antes de las elecciones del 3 de noviembre.
Si bien estos estados no publican datos sobre boletas rechazadas antes de las elecciones, dos académicos, el profesor de Dartmouth College Michael Herron y el profesor de la Universidad de la Florida Daniel Smith, han analizado los datos oficiales por correo de los estados para contar la cantidad de votos en riesgo de rechazo.
En Florida, de los 3,8 millones de boletas emitidas por correo hasta ahora, más de 15.000 enfrentan el rechazo, o sea, el 0,4% según Herron y Smith.
En Carolina del Norte, el porcentaje es aún mayor. Hasta el 25 de octubre, de más de 780.000 boletas enviadas por correo en el estado más de 10.000 enfrentan un posible rechazo, aproximadamente el 1,3%.
Como en algunas elecciones recientes, más votantes de minorías que blancos están enfrentando rechazos de boletas.
En Carolina del Norte, por ejemplo, los votantes negros tuvieron tres veces más probabilidades que los votantes blancos de que se marcaran sus boletas, encontraron los investigadores.
Esto es algo que los demócratas podrían usar como un problema si decidieran desafiar los resultados de las contiendas reñidas. Sin duda, no todas las papeletas marcadas como deficientes serán rechazadas automáticamente.
En ambos estados, como en muchos otros, los votantes tienen la oportunidad de “curar” o corregir errores en sus boletas.
“Sería prematuro en este momento concluir que las boletas devueltas han sido rechazadas por la junta de escrutinio y no contadas”, dijo Mark Ard, director interino de comunicaciones del Departamento de Estado de la Florida.
En Carolina del Norte, los funcionarios han comenzado a contactar a los votantes de boletas con erratas, dijo Patrick Gannon, director de información pública de la Junta de Elecciones del Estado de Carolina del Norte.
“Un votante que por cualquier motivo no tenga tiempo para corregir la boleta puede votar en persona durante el período de votación anticipada hasta el 31 de octubre o el día de las elecciones”, dijo Gannon por correo electrónico.
A primera vista, el número de boletas de la Florida y Georgia marcadas para rechazo parece modesto. Sin embargo, en esos estados, como en otros con elecciones históricamente reñidas, 10.000 votos a veces pueden ser la diferencia entre una victoria y una derrota.
El resultado de las elecciones presidenciales del año 2000 entre el republicano George W. Bush, el vencedor, y el demócrata Al Gore se redujo a 537 votos en la Florida. Y en las elecciones primarias de 2018 para un escaño en el Senado federal por la Florida, el republicano Rick Scott ganó por solo 10.033 votos, señalaron los investigadores.
Los problemas de cómo manejar las boletas con problemas de firma y cuánto tiempo pueden llegar las boletas por correo después del 3 de noviembre y aún ser contadas han sido objeto de batallas judiciales de meses de duración por parte de republicanos y demócratas en todo el país.
Con más demócratas que republicanos votando por correo, los republicanos han buscado la intervención de los tribunales, con diversos grados de éxito, para evitar que las boletas que llegan tarde se integren al recuento final.
En las últimas semanas, la Corte Suprema de Estados Unidos, controlada por los conservadores, falló en contra de esfuerzos para cambiar procedimientos electorales, como los plazos de recepción de boletas, invocando una doctrina que sostiene que las reglas electorales no deben cambiarse cerca de una votación.
Históricamente, menos del 1% de los votos ausentes son rechazados debido a errores administrativos, pero con un número récord de personas que votaron por correo este año, muchas de ellas por primera vez, se podría descartar al menos 1 millón de boletas, según una proyección reciente de una investigación conjunta de USA Today, Columbia Journalism Investigations y la serie Frontline de PBS.
Durante las primarias presidenciales de este año, se descartaron más de 550.000 boletas por correo en 30 estados, mucho más que el total de las elecciones presidenciales de 2016, reflejó un análisis de NPR en agosto.
Eso sucedió en gran parte porque los estados no estaban preparados para el aumento de la votación por correo durante la pandemia, señaló Tammy Patrick, exfuncionaria electoral de Arizona que ahora trabaja en la fundación Democracy Fund.
En los meses transcurridos desde las primarias, sin embargo, muchos estados han adoptado una serie de mejores prácticas de votación por correo, cambios que probablemente reducirán la cantidad de boletas rechazadas, dijo Patrick.
Los votantes ahora pueden verificar su estado de votación en línea y en al menos 19 estados se les notifica cuando sus boletas de votación deben ser corregidas.
Como resultado, dijo Patrick, finalmente se rechazarán menos papeletas para las elecciones generales.