“Las sanciones de la Ley Kingpin (como es conocida) prohíben todo tipo de transacciones comerciales entre los individuos que hayan sido designados narcotraficantes extranjeros y empresas estadounidenses, y al tiempo inmoviliza cualquier activo que puedan tener bajo la jurisdicción EE. UU.”, agregó Hayden.
Tras la designación de estas tres personas por el presidente estadounidense, Barack Obama, el Congreso procedió este viernes mismo a incluirlos en la llamada lista de cabecillas del narcotráfico.
Según la Casa Blanca, esta designación de Obama “pone de relieve su compromiso de identificar a los narcotraficantes más notorios y sus organizaciones, en particular sus bases financieras”.
Desde que de conformidad con esta ley se nombró a los primeros narcotraficantes extranjeros, el 1 de junio del 2000, se ha incluido en ella a un total de 103 personas y entidades extranjeras, con lo que tras el anuncio de este viernes la cifra se eleva a 106.
Salazar Umaña, quien también es conocido como “Chepe Diablo” , es un dirigente del fútbol salvadoreño y dueño de un imperio de negocios en torno a una cadena de hoteles, según el sitio especializado Insight Crime.
Por su lado, el Departamento de Estado de EE. UU. ha ofrecido una recompensa de US$5 millones por información que conduzca al arresto o condena del colombiano Navarro Serrano, integrante de una disidencia del Ejército Popular de Liberación (EPL) en Colombia.