El narcotraficante, fundador del Cartel de Sinaloa, que tiene que pasar el resto de sus día en una celda, ha comentado su experiencia a través de una declaración jurada, que se encuentra incluida en una nueva demanda civil.
Esta demanda fue enviada a al fiscal general Merrick Garland, a Michael Carvajal, quien es director de la Oficina Federal de Prisiones (BOP en inglés), y funcionarios del penal ADMAX Florence.
“Soy un mexicano de 64 años y fui extraditado de México a Estados Unidos en enero de 2017“, dice “El Chapo” en el comienzo de la declaración, un documento que consta de siete páginas y está escrito en su totalidad en inglés.
Enfermedades
Guzmán asegura que a partir de los tratos que ha tenido con las autoridades de ADMAX ahora padece de “dolores de cabeza, pérdida de la memoria, calambres musculares, estrés y depresión“.
“El Chapo” comentó numerosos incidentes en donde los guardias del penitencial hicieron caso nulo a sus demandas en cuestión de su salud. Uno de esos momentos habría ocurrido en julio del año 2021, cuando “El Chapo” empezó a toser de manera frecuente y su pecho se estaba congestionando, según dijo.
Otro incidente que menciona es la vez que no le dieron los implementos necesarios para tratarse los hongos de los pies, provocado por compartir el corta uñas con otro reos. Al momento en que los guardias le entregaron todos los implementos, una de sus uñas de los pies se había caído.
Guzmán también dice sufrir de trastornos del sueño, ya que a medianoche sale de la ventilación de su celda aire “extremadamente caliente” que provoca que su presión arterial suba considerablemente.
“Cada noche esto causa que mi corazón comience a latir rápidamente, elevando mi presión arterial. He presentado este problema al personal, pero nadie ha hecho algo”.
Celda
Según narra “El Chapo”, la celda en la que se encuentra en ADMAX Florence es de 7 por 12 pies, acompañado únicamente por una pequeña ventana que es donde se entrega sus alimentos.
Guzmán indica que se encuentra en la “Unidad H”, una de las zonas de seguridad más altas de todo el penitenciario, en donde incluso es acompañado por personas acusadas de terrorismo.
En un inicio, el narcotraficante tenía más de 9 horas a la semana para poder salir al patio de la cárcel a través de una jaula, para tener contacto con el mundo exterior y poder ejercitarse. Sin embargo, con el paso del tiempo esa cantidad de tiempo se ha reducido a tres horas, incluso no dándole la oportunidad de salir en algún momento de la semana.
Revisión constante
“El Chapo” hizo mención a las duras medidas que tienen los guardias con él para evitar cualquier intento de fuga, desde una verificación constante e “insana” de su celda, en donde menciona sentirse incómodo.
También se encuentran las cámaras de seguridad que graban al narcotraficante en todo momento, incluso cuando conversa con sus defensores legales
Otra de las quejas de Guzmán es con respecto a las cartas que envía a sus familiares, debido a una ocasión en la que envió correspondencia en octubre de 2019 y no obtuvo respuesta hasta agosto del año 2020. Esto fue porque los directivos de ADMAX, según él, revisan minuciosamente las cartas en espera de encontrar “mensajes ocultos”.
Sus llamadas solamente son exclusivas para cuatro personas: su madre, su hermana y sus dos hijas y no tienen una duración de más de quince minutos.
“Estoy descartado de tener cualquier contacto verbal o comunicación con otros presos. No tengo contacto humano, más que cuando los guardias ponen y remueven mis grilletes”, mencionó Guzmán.
Medidas extremas
Todas estas restricciones forman parte de Medidas Administrativas Especiales (SAMs en inglés) que implementa el centro penitenciario de ADMAX para cortar toda actividad que puedan llegar a tener los prisioneros con el exterior. Estas medidas se dan principalmente a los acusados de terrorismo.
Mariel Colón Miró, abogada del “Chapo” Guzmán, dijo en una entrevista con la periodista María Antonieta Collins, del programa Despierta América en Domingo, de Univision, que Joaquín estaba bajo las restricciones del SAMs a pesar de que no era acusado de terrorismo.
“Las autoridades alegaban que él era una persona tan peligrosa que si no tenía esas medidas impuestas podía mandar a matar a otras personas“, indicó.
Esto también ha provocado que Guzmán no tenga acceso a entrevistas con reporteros, a pesar que, en palabras de Miró, “él estaba dispuesta a darlas“.
¿Responderán sus demandas?
Hasta el momento, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos no ha respondido a las demandas de “El Chapo”. El juez Michael Hegarty aprobó el 12 de mayo una moción para tratar la declaración jurada hasta el 15 de junio, programando una audiencia próxima el 7 de julio.
De igual forma, todas las solicitudes de parte de los abogados del narcotraficante para entablar conversaciones para reducir las medidas impuestas no se han aprobado.