Los operadores más cercanos de ambos capos del narcotráfico habrían llegado a territorio colombiano para intentar negociar la paz ante el conflicto bélico que tienen las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) por la disputa de la frontera con Venezuela.
El objetivo de ambas organizaciones criminales es acabar con este conflicto, ya que se encuentra dañando el tráfico aéreo de cocaína y representa graves problemas para sus operaciones.
Asimismo, la problemática entre las FARC y el ELN está afectando las rutas para el traslado de cocaína, las cuales inician en Sudamérica, hacen una escala en Centroamérica y finalmente ingresan a México.
Según una investigación el periódico El Universal, Nemesio Oseguera Cervantes e Ismael “El Mayo” Zambada se encuentran presionando a los líderes de las FARC y el ELN para que se negocie una tregua que les permita a ambas organizaciones criminales conservar la ruta entre Colombia y Venezuela para el traslado aéreo de droga.
En este conflicto existen dos brazos armados, la Segunda Marquetalia, perteneciente a las FARC, y otro del ELN que se encuentran disputando el control de la frontera con Venezuela, ubicación donde el Cártel Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Sinaloa realizan sus envíos de cocaína producida en Colombia hacia territorio mexicano.
Sin embargo, versiones extraoficiales mencionan que la irrupción del Cártel de los Soles, organización criminal liderada por presuntos soldados corruptos de Venezuela, complicaría las negociaciones ya que desean apoderarse de esta ubicación y ganarle el mercado a los cárteles mexicanos liderados por “El Mencho” y “El Mayo”.
Las negociaciones entre el gobierno colombiano y las FARC dieron inicio en 2012, durante el mandato de Juan Manuel Santos, con el fin de resolver el conflicto armado que por décadas aterrorizó a Colombia.
Tras cuatro años de duras negociaciones, en 2016 se firmaron los acuerdos de paz y se puso fin al conflicto armado en Colombia, el cual dejó millones de víctimas.
No obstante, hasta la fecha todavía existen grupos revolucionarios de la guerrilla que quieren reavivar el conflicto e intentan apoderarse de algunas partes del territorio colombiano.