El cuidador de los elefantes, Ragnar Kuehne, dijo que los árboles de Navidad que no se vendieron fueron donados por comerciantes locales.
Agregó que a “los animales les encanta. Para ellos, la cena de Navidad está empezando ahora”.
Kuehne indicó que el zoológico no acepta árboles de las personas, que podrían contener sustancias químicas o adornos. También dijo que los árboles de Navidad dentro de las casas no están tan frescos y jugosos como aquellos en los fríos mercados al aire libre. Justo como a los elefantes les encantan.