Los ataques aéreos rusos también causaron la muerte de 131 miembros del grupo terrorista Estado Islámico (EI) y de 279 combatientes de facciones rebeldes y del Frente al Nusra, filial siria de Al Qaeda.
El Observatorio destacó que varias provincias sirias han sido escenario de los bombardeos rusos, que apoyan las operaciones terrestres del ejército sirio, que, a su vez, está respaldado por milicianos del grupo chií libanés Hizbulá y guerrilleros iraníes.
Los aviones de Rusia han tenido como blanco en el último mes áreas del norte de las provincias de Homs y Hama (centro de Siria), así como de Alepo e Idleb y de Latakia, en la costa mediterránea, entre otras.
La ONG agregó que los bombardeos han golpeado zonas donde había presencia de civiles, así como bases de grupos insurgentes, del EI y del Frente al Nusra, donde han ocasionados daños materiales y bajas entre los combatientes.
Las autoridades rusas afirman que el objetivo de estos ataques es el EI y otras organizaciones terroristas que operan en Siria y han desmentido que muertes civiles a causa de sus bombardeos.
El Ejército ruso anunció este viernes que destruyó 1.623 “blancos terroristas” en Siria desde el comienzo de su campaña de bombardeos en el país, hace un mes.
“Durante el mes pasado, los aviones rusos efectuaron 1.391 salidas y destruyeron 1.623 blancos terroristas” , incluidos 51 campos de entrenamiento y 131 depósitos de municiones, anunció el comandante de la operación militar en Siria, el general Andrei Kartapolov, citado por las agencias de prensa rusas.