“Imagínese que Las Vegas es una ciudad turística, por lo que ahora hay una gran tensión y operativos policiales inéditos”, relata, algo que es inusual en esa urbe, según la guatemalteca.
Castro dice que unas 22 mil personas estaban presentes en el concierto de música country, donde Stephen Paddock, hombre blanco de 64 años, disparó a mansalva con armas ofensivas desde su habitación del piso 32 del hotel Mandala Bay de Las Vegas a las 22.08 horas locales de este domingo.
“Después de este ataque hay más temor. Las autopistas están bloqueadas por la Policía, hay tensión y mucho movimiento. Naturalmente que la balacera también afectará al turismo”, estima Castro, quien vive a pocos minutos de donde ocurrió el ataque.
La guatemalteca resalta y elogia el trabajo y coordinación de las autoridades durante y después de lo que el presidente Donald Trump calificó como una de las peores masacres.
Castro dice que, afortunadamente, por un lado, en el concierto no había muchos latinos, “por el tipo de música”, pero por otro lado, y muy lamentable, había turistas locales y extranjeros, principalmente europeos.
“Ahora todos estamos más pendientes de nuestros familiares. El gran trabajo de la Policía nos da tranquilidad, a pesar de la alerta, y esperamos que todo siga con normalidad en Las Vegas, aunque con mayor precaución”, enfatiza Castro.