Los detenidos tienen edades comprendidas entre 17 y 25 años y son de varias nacionalidades, ya que entre ellos hay españoles, salvadoreños, rumanos, ecuatorianos, bolivianos, hondureños, paquistaníes, búlgaros y marroquíes.
En esta operación, denominada “Cruasán”, primera que se efectúa en España contra las maras o bandas latinas, se han practicado 28 registros en los que se decomisaron numerosas armas blancas, armas de fuego simuladas, gran cantidad de droga, documentación y material informático.
La Guardia Civil, 300 de cuyos agentes de varios servicios han participado en el dispositivo, asegura que la MS-13, una violenta organización criminal muy asentada en numerosos países centroamericanos, estaba tratando de implantarse en España.
El origen de la investigación que ha desembocado ahora en esas detenciones se sitúa en el apuñalamiento a finales del 2012 de un ciudadano sudamericano en el puerto de Alicante y los arrestos que se produjeron entonces.
A los 35 detenidos se les acusa de varios delitos, entre ellos pertenencia a organización criminal, contra la salud pública, robo con violencia e intimidación o lesiones.