En total, 30 mil 340 niños sin acompañante han sido entregados a patrocinadores en 2014, con frecuencia a sus padres o familiares. La agencia no reveló las cifras por nacionalidad, pero la gran mayoría eran de El Salvador, Guatemala y Honduras.
Las cifras reflejan patrones migratorios bien establecidos de centroamericanos que viven en Estados Unidos.
En el Condado Miami-Dade en Florida ya radica la mayor cantidad de hondureños en el país, seguido por el Condado Harris, en Texas, que incluye a Houston, y Los Ángeles, según un análisis del Centro Hispano Pew sobre la base de datos del Censo del 2010.
En Los Ángeles vive la mayor cantidad de salvadoreños, seguido por el Condado Harris, en Texas, y el Condado Montgomery en Maryland.
Los condados Los ngeles y Harris son los dos destinos principales para los guatemaltecos, seguidos por el Condado Cook, en Illinois, que incluye a Chicago.
La Patrulla Fronteriza arrestó a más de 57 niños sin acompañantes de octubre a junio, la mayoría en el Valle del Río Grande en el sur de Texas. De ellos, 28.8% provenían de Honduras, 24.5% de Guatemala y 21.9% de El Salvador.
El gobierno federal debe colocarlos en un ambiente lo menos restrictivo posible durante el tiempo que demore su procesamiento por las autoridades migratorias bajo los términos de un acuerdo sobre una demanda colectiva en 1997. La Administración de Niños y Familias indicó que primero intenta colocar a los niños con uno de los padres, en segundo lugar con un familiar y en tercero con un amigo de la familia.
La ola migratoria ha abrumado al gobierno, impulsándolo a abrir albergues temporales en bases militares en San Antonio; en Ventura, California, y en Fort Sill, Oklahoma, y a buscar en todo el país nuevos albergues que reciban a los niños hasta que sean entregados a patrocinadores. También ha dejado al descubierto una aguda división política entre los gobernadores de la nación.
John Kitzhaber, gobernador demócrata de Oregón, dijo el jueves último que su estado da la bienvenida a los niños y que la ola en la frontera es un recordatorio de que el Congreso no ha aprobado una reforma de las leyes de inmigración.. Cincuenta niños sin acompañante han sido enviados a Oregon este año.
Por su parte, C.L. “Butch” Otter, gobernador de Idaho, solicitó el miércoles al Departamento de Salud y Servicios Humanos no enviar ningún niño más a su estado, que ha recibido ocho este año.
“Debe quedar claro que el estado de Idaho y sus subdivisiones no participarán activamente en atender la crisis humanitaria que el gobierno federal ha creado”, escribió el republicano Otter.