“En nombre del pueblo de Estados Unidos, tuve el honor de llamar a los familiares (del soldado) para manifestarles nuestra alegría respecto a que pueden contar con su regreso con toda seguridad” , declaró el presidente Obama.
Poco después del anuncio, fuentes oficiales de la defensa estadounidense dijeron que el sargento Bergdahl estaba “bien” y que “puede caminar solo”. Además, informaron que será trasladado a un centro médico militar norteamericano en Landstuhl, Alemania, para continuar la atención de su salud.
En Alemania “comenzará un proceso de readaptación, tendrá tiempo para contar su historia, relajarse y volver a establecer lazos con su familia”, precisaron.
Los familiares de Bergdahl se declararon por su parte “en éxtasis”, en un comunicado difundido por la cadena de noticias CNN, agregando “ya no poder esperar para apretar en (sus) brazos a su único hijo”, quien fue el primer prisionero estadounidense en Afganistán durante la invasión liderada por Estados Unidos a finales de 2001.
Poco después del anuncio de Obama, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Chuck Hagel, informó del traslado de cinco prisioneros de Guantánamo. El jefe del Pentágono dijo haber “informado al Congreso de la decisión de trasladar cinco detenidos de Guantánamo hacia Catar”.
Hagel no estableció formalmente un vínculo directo entre la liberación del sargento Bergdahl y la de estos cinco prisioneros de Guantánamo.
No obstante, un alto funcionario estadounidense dijo que “en relación con el regreso del sargento Bergdahl, Estados Unidos transfirió a Catar a cinco afganos detenidos en Guantánamo”.
Estos cinco exprisioneros se encuentran ya bajo responsabilidad de Catar y sus “movimientos y actividades estarán limitados”, según la misma fuente.
Desde Afganistán, los talibanes anunciaron en un comunicado que esta liberación es una “gran satisfacción” y “un inmenso placer”.
Rol central de Catar
El emirato de Catar y su emir, Tamim Ben Hamad al Thani, tuvieron un papel central en este caso.
Catar está comprometido desde hace años con los esfuerzos de reconciliación entre los talibanes y el gobierno de Kabul, una iniciativa apoyada por Estados Unidos y dentro de la cual se inscriben las negociaciones para la liberación del soldado Bergdahl.
“Expreso mi mayor reconocimiento al emir de Catar por haber ayudado a garantizar el regreso de nuestro soldado”, dijo Obama, quien saludó “el compromiso personal del emir (como) una muestra de la asociación entre nuestros dos países”.
Obama igualmente agradeció al gobierno afgano del presidente Hamid Karzai.
Por su parte, el secretario de Estado, John Kerry, agradeció en un comunicado “al gobierno de Catar y, especialmente, al emir Tamim Ben Hamad al Thani por haber jugado un importante rol para el regreso a casa del sargento Bergdahl”.
Kerry precisó que habló con Karzai sobre este último “proceso para discutir anuncios de esta semana por el presidente Obama”.
El mandatario estadounidense prometió el martes mantener 9 mil 800 soldados después de 2014, en lugar de los 32 mil que hay en la actualidad, que dejarán el país progresivamente hasta finales de 2016, a condición de que el futuro presidente afgano firme el Tratado bilateral de seguridad (BSA, en inglés).
El sargento Bergdahl fue capturado el 30 de junio de 2009 en Afganistán, tras desaparecer de una base en la provincia de Paktika, y los talibanes habían difundido varios videos que demostraban que estaba vivo. El último fue en enero.
En septiembre de 2013, Chuck Hagel prometió que Estados Unidos continuaría disponiendo de sus “medios militares, diplomáticos y de inteligencia” para lograr la liberación del sargento Bowe Bergahl.