El estudio demuestra que las personas que usaron su celular más de 15 horas al mes durante una media de cinco años tenían un riesgo dos o tres veces mayor de desarrollar un glioma, un tipo de tumor cerebral que puede ser maligno —glioblastoma— o benigno —como el oligodendroglioma—.
Estos usuarios también tienen el doble o tripe de riesgo de desarrollar un meningioma —un tumor generalmente benigno de las meninges— que quienes hacen un uso moderado del teléfono móvil.
El estudio comparó 253 casos de gliomas y 194 de meningiomas, analizados entre el 2004 y el 2006, con 892 testimonios de adultos sanos, representativos de la población francesa.
Con menos ondas
Los investigadores tuvieron en cuenta otros factores de riesgo y también el hecho de que solo un 14% de las personas entrevistadas declararon haber utilizado un “manos libres”, que permite no acercar el teléfono a la oreja.
La doctora Baldi, que trabaja en el instituto público de epidemiología de la ciudad francesa de Burdeos, asegura que había sido “difícil de determinar” el nivel de exposición a las ondas telefónicas, ya que es algo que “evoluciona constantemente a lo largo de la vida”.
La investigadora también manifiesta que el uso del teléfono móvil ha “aumentado claramente” desde mediados de la década del 2000, pero reconoce que los nuevos aparatos han reducido las ondas desde que las autoridades regulan sus emisiones.
Un anterior estudio efectuado en el 2010 por 13 países revelaba un riesgo 40% mayor de glioma y 15% superior de meningioma en personas que declaraban hacer un uso frecuente del teléfono celular “en el lado del tumor”.
Entre tanto, recomiendan utilizar el “manos libres” y comunicarse a través de mensajes escritos.