Su encuentro, que sigue a los mantenidos en las últimas semanas en Estrasburgo y Minsk y a numerosas llamadas telefónicas, sirvió para enfatizar que la intención de ambos países no es adoptar sanciones contra quienes no respeten lo firmado, sino, según Hollande, “llegar a una situación de paz” .
El texto cerrado en Minsk el pasado 12 de febrero para pacificar el este de Ucrania tras diez meses de hostilidades tiene por objetivo la aplicación de los acuerdos de paz firmados en la capital bielorrusa.
Además del alto el fuego, ese documento prevé la retirada de todo el armamento pesado a la misma distancia por parte de ambos bandos con el fin de crear una zona de seguridad, así como comenzar un diálogo para la convocatoria de elecciones locales en las zonas bajo control rebelde o liberar a todos los rehenes.
La falta de detalles en el primer acuerdo firmado el pasado mes de septiembre, según Merkel, permitió a las partes “esconderse en las incertidumbres” , por lo que ahora es necesario asegurarse del cumplimiento pleno del documento cerrado en Minsk la pasada semana, cuyo plazo expira “en algunos casos en los próximos meses y en otros rápidamente“.