Este diálogo por la paz es posible “gracias al trabajo de acercamiento de la Unasur, del Vaticano y de la voluntad política manifiesta de los distintos sectores aquí representados” dijo Maduro, vestido con impecable traje oscuro, camisa blanca y corbata roja, al abrir la reunión pasadas las 20.00 horas locales (00.40 horas GMT) .
El encuentro, arrancado con forceps luego de arduas gestiones de los cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), tiene como “testigos de buena fe” a los cancilleres de Ecuador, Brasil y Colombia, además del nuncio apostólico, quien leyó un mensaje del Papa Francisco.
“Es indispensable -advirtió por su lado el canciller de Ecuador, Ricardo Patiño desde el salón Ayacucho- que con este inicio de los diálogos puedan terminar los hechos de violencia de estas últimas semanas y que se pueda avanzar en planes de mediano y largo plazo por el progreso de los venezolanos” .
Maduro había anticipado más temprano que el encuentro sería transmitido en cadena nacional de radio y televisión “para que lo vea todo Venezuela y no haya malentendidos“. La transmisión en directo era un reclamo de los opositores.
El principal líder opositor, el dos veces derrotado candidato presidencial Henrique Capriles llegó a la reunión precedido por su promesa de declaraciones impactantes. “Le digo a nuestro pueblo: yo voy a defender la verdad (…) cuando nos toque hablar temblará en Miraflores porque le diremos al gobierno la verdad“.
– Reconocimiento, no negociación
Tanto oposición como gobierno han advertido que no acuden a entablar un diálogo, sino a un proceso para poner sus posturas en la mesa y reconocerse mutuamente.
“La oposición no quería sentarse a hablar (…) era importante sentar a la oposición y que la oposición regresara al camino democrático y constitucional“, sostuvo Maduro este jueves.
El diputado Julio Borges, del partido Primero Justicia, uno de los mayores de la MUD y al que pertenece Capriles, advirtió de su lado que acuden conscientes de que “no hay ninguna confianza en el gobierno“.