Las fosas fueron descubiertas en el poblado de China, en el estado de Nuevo León, donde el domingo, en la localidad de Cadereyta, se localizaron 49 cadáveres a los que les cercenaron manos, pies y cabeza, una de las masacres más macabras cometidas por el narcotráfico en México.
Las autoridades descartan que estos restos humanos, localizados en una finca abandonada ubicada a menos de 100 km de la frontera con Estados Unidos, puedan estar relacionadas a los 49 cadáveres hallados el domingo, debido al estado de descomposición que presentan.
Elementos del Ejército, Agencia Estatal de Investigaciones y peritos de la fiscalía, trabajan en la zona, añadió la fuente.
En Nuevo León, el vecino Tamaulipas (noroeste) y Durango (norte) desde 2011 han sido localizadas numerosas fosas clandestinas de las que han sido desenterrados cientos de cadáveres, que se presume son de víctimas de las disputas entre los cárteles de las drogas que sacuden a México.
Más de 50 mil personas han muerto desde diciembre de 2006 a consecuencia de los enfrentamientos entre los cárteles de la droga y de la ofensiva militar, incluido un número indeterminado de ciudadanos ajenos al crimen organizado.