El primer paciente, de unos 60 años, perdió la vida en el apartamento donde vivía en la Ciudad de México, informaron medios locales.
Su hermano, de 55 años, había salido de ese apartamento para buscar ayuda para el procedimiento de rigor, pero cayó al suelo antes de poder ingresar al vehículo.
Debieron pasar horas para que el cuerpo fuera localizado y el servicio forense pudiera hacer su trabajo.
A la tragedia se sumó el hecho de que familiares llegaron a la escena del hallazgo solo a identificar los cuerpos, mas no se hicieron cargo de los gastos funerarios porque aseguraron que no había vínculo estrecho entre sí. Para terminar, la madre, de 80 años, fue hospitalizada por problemas respiratorios.