Los iPhones, sujetos unos a otros y al cuerpo con cinta adhesiva, estaban colocados a modo de armadura hecha de celulares, según puede verse en las fotos del detenido facilitadas por la policía fronteriza.
Los investigadores valoran los productos que el hombre intentaba introducir en China en unos US$50 mil, aunque todavía no han averiguado dónde pretendía revenderlos o si quería destinarlos a otros fines.
Aunque Hong Kong es parte de China desde 1997, ambas partes son independientes económica y comercialmente, por lo que continúa existiendo una frontera entre ambos territorios, y ésta es un importante punto de contrabando, especialmente de productos tecnológicos, los últimos años.
Los iPhones, iPads y otros productos de Apple, que en Hong Kong suelen ser algo más baratos que en China (o más avanzados, ya que las nuevas versiones salen antes en ese mercado que en el chino) son una de las mercancías que más frecuentemente son introducidas de contrabando desde la ex colonia británica al país comunista.
En anteriores ocasiones se ha detectado a contrabandistas de estos productos de Apple que intentaron evadir los controles fronterizos con otros heterodoxos sistemas, como túneles bajo los controles policiales o catapultas que lanzaban iPhones o iPads de un lado a otro de la porosa frontera.