Como el fallo de Watson no analizó específicamente las razones del bloqueo a funcionarios venezolanos y norcoreanos, se mantiene el veto a la entrada de esos nacionales.
“El Departamento de Justicia defenderá vigorosamente la medida legal del presidente”, aseguró en un comunicado Sanders.
Este nuevo decreto migratorio -el tercero firmado por Trump, ya que los anteriores también fueron bloqueados por la justicia- debía entrar en vigencia este miércoles.
El 24 de septiembre, Donald Trump emitió una nueva versión de su tentativa de cerrar las fronteras de ese país a ciudadanos de determinados países de mayoría musulmana, pero sorprendió al incluir en el decreto a funcionarios de Venezuela, que son objeto de sanciones específicas.
Este martes, el juez Watson consideró que esta tercera edición “sufre precisamente del mismo problema” que la versión anterior: “No demuestra que el ingreso de más de 150 millones de personas de seis países sería un perjuicio a los intereses de Estados Unidos” .
Este nuevo tropiezo para las pretensiones de la Casa Blanca de cerrar las puertas a ciudadanos de países de mayoría musulmana deberá ser objeto de una apelación, ya que el propio presidente adelantó que está dispuesto a llevar el caso hasta la Suprema Corte.
“Estados Unidos está comprometido a trabajar con Chad para afrontar esas deficiencias, para mejorar su capacidad de supervisión y poder levantar las restricciones de visado” , dijo la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert.
El máximo tribunal estadounidense llegó incluso a dar una opinión favorable al segundo decreto, pero ya cuando el plazo de aplicación de las medidas había expirado.
En concreto, quedan sancionados los funcionarios de Venezuela encargados de proporcionar a EE. UU. información sobre la identidad de los venezolanos que ingresan a su territorio, es decir, los trabajadores del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores, Justicia y Paz, así como del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería, entre otras instituciones.
Según afirmó Trump en la proclamación de su veto, el Gobierno de Nicolás Maduro “no coopera en verificar si sus ciudadanos representan amenazas para la seguridad nacional o la seguridad pública” de EE.UU. y, además, se niega a “compartir adecuadamente información relacionada con seguridad pública y terrorismo” .
En respuesta, Trump decidió restringir la entrada a territorio estadounidense de los funcionarios encargados de esas funciones con el objetivo de presionar al Ejecutivo Venezolano a mejorar su intercambio de información con EE.UU.
La mayoría de los venezolanos no sufrirán esos impedimentos porque el Gobierno de Trump es capaz de verificar su información personal acudiendo a “fuentes alternativas” , cuyo origen no se especifica en la orden presidencial del veto.
No obstante, a partir de este miércoles, los venezolanos que estén en Estados Unidos con un visado podrán ser sujeto de “medidas adicionales apropiadas” para garantizar que su información está actualizada y en regla.
El nuevo veto bloqueado hoy sustituía al proclamado en marzo y que entró en vigor, de manera parcial, en junio para impedir durante 120 días la entrada a EE.UU. de refugiados y, durante 90 días, el ingreso de ciudadanos de seis países de mayoría musulmana (Irán, Somalia, Sudán, Siria, Yemen y Libia) .
Sudán consiguió salir de la lista de naciones incluidas originalmente en ese veto al haber mejorado el intercambio de información de seguridad y terrorismo con Estados Unidos.
Las otras cinco naciones con una mayoría de habitantes que profesan el Islam (Irán, Somalia, Siria, Yemen y Libia) siguieron incluidas en el veto.