“Se han establecido ya los hechos, su odisea acaba aquí. Estos preciados símbolos de nuestra herencia han regresado en manos de su propietario legítimo”, añadió, ante responsables estadounidenses que acudieron para celebrar este regreso.
Las tres estatuas habían sido robadas en el templo de Koh Ker, a 80 km al noroeste de los famosos templos de Angkor, según Camboya.
La estatua del guerrero Duryodhana, de 1.58 metros de altura, fue robada en 1972 y subastada por primera vez en 1975 en Londres.
Su nueva subasta en 2011 por Sothebys en Nueva York fue evitada por Camboya, apoyada por la UNESCO. La casa de subasta la había estimado entre US$2 y US$ 3 millones.
Tras una larga batalla judicial, fue entregada a las autoridades de Camboya en Nueva York a principios de mayo.
La segunda, del guerrero Bhima, había sido comprada en 1976 por el museo Norton Simon de Pasadena, en California, el cual aceptó devolver la estatua tras meses de negociaciones.
La tercer escultura fue devuelta en el marco de un acuerdo entre Christies y el gobierno de Camboya, según este último.
Las tres serán expuestas en unos días en el Museo Nacional de Phnom Penh.