La gerente del conjunto residencial, Sheryl Case, dijo que Benjamin ya fue despedido.
La muerta era una residente del edificio, de 96 años de edad, quien se había suicidado tirándose por el balcón hacia el estacionamiento. Al llegar las autoridades a su vivienda vieron que había dejado una carta explicativa. Fue identificada como Nancy Yates.
Cuando una colega del portero llegó al edificio a eso de las 6 de la mañana, le dijo que había un cadáver en el estacionamiento, pero él insistía en que era sólo un maniquí y consiguió que una repartidora de periódicos y su hijo le ayudaran a colocar a la muerta en la basura.
Un obrero de mantenimiento vio el cuerpo sin vida como a las 8 de la mañana y llamó a las autoridades.
Mark Hill, un colega de Benjamin, dijo al Tribune que Benjamin creyó que alguien en un bar cercano le había jugado una broma.
Benjamin llevaba nueve años trabajando para el complejo residencial, un inmueble subsidiado, reservado exclusivamente para personas mayores de 62 años.
Jimmy Wright, un portero que trabaja allí los fines de semana, dijo al Tribune que supuestamente los empleados deben contactar a un residente si pasan días sin que se sepa de la persona.
“Ella llevaba varias semanas en que no bajaba, no compartía con los demás residentes” , expresó Wright.