En la carta, que fue entregada a la periodista mexicana Azucena Uresti, los hijos de “El Chapo” aseguraban que “no tenían interés en formar parte del Cártel de Sinaloa”, y que la producción de fentanilo era llevado a cabo por grupos que tenían sus bases de operaciones en dicho estado mexicano.
Además, otro tema que “Los Chapitos” hablaron en la supuesta carta era todo lo relacionado a los narcocorridos que diferentes grupos musicales hacían sobre ellos.
Durante varios años el nombre de “El Chapo” y todo lo relacionado al mundo del narcotráfico, ha servido de inspiración para músicos y artistas, lo que genera que existan varias canciones en donde se hable del poder que tiene el Cártel de Sinaloa, como todo lo relacionado a la familia Guzmán.
Canciones como Soy el Ratón, del grupo sinaloense Código FN y JGL, interpretada por La Adictiva y Luis R Conriquez son algunos ejemplos de canciones que tienen como temática central el “Chapo” Guzmán.
Ante esto, “Los Chapitos” aseguraron en la carta que todas los artistas que hacen canciones sobre ellos y sobre su padre no solo utilizan sus nombres sin autorización, sino que están basadas en “información falsa”.
“No solo las personas que trabajan en lo ilícito se benefician de nuestro nombre. En la época que vivimos de redes sociales, por los deseos de obtener visitas y dar notas virales, o darse a conocer, día a día aumenta la cantidad de personas que usan el nombre de Chapo Guzmán o de nosotros sus hijos para llamar la atención del consumidor”, dice una parte de la carta de “Los Chapitos”.
Los hijos de “El Chapo” aseguran que los artistas llevan a cabo este tipo de canciones porque se aseguran en obtener fama y reconocimiento mundial.
“Incontables son los corridos o canciones que los músicos componen con información falsa y sin autorización para hacerse famosos a nivel nacional e internacional”, dice la carta.