“Acordamos con el gobierno estatal el intercambio de las personas retenidas”, dijo en una rueda de prensa Antonia Morales Vélez, dirigente de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero, una corriente radical del sindicato nacional de maestros que lleva casi cinco meses de protesta en la central plaza del Zócalo de Chilpancingo.
Con la liberación de los tres estudiantes, la Ceteg accedió a entregar la madrugada del jueves a los “dos directivos” locales de Coca-Cola, dijo Morales.
Los docentes dijeron que la retención fue para exigir que se retirara la denuncia contra los estudiantes y después de que policías estatales “pretendieron desalojar el plantón (la protesta)” que mantienen para reclamar que se encuentre a los 43 estudiantes desaparecidos en septiembre en Iguala (Guerrero).
Sin embargo, el gobierno de Guerrero aseguró que el operativo en el campamento se dio después de que manifestantes fueran a las instalaciones de Coca-Cola “a causar daños al inmueble”, por lo que los policías estatales “los replegaron hasta su campamento”.
“En la huida, los manifestantes detuvieron a dos empleados de la empresa para llevarlos a su campamento y fue entonces cuando, apoyados por el grupo de personas que se encuentran en el Zócalo, lanzaron bombas molotov y diversos objetos en contra de los policías”, apuntó el gobierno en un comunicado.
La Ceteg ha protagonizado violentas manifestaciones en Guerrero y en la capital para exigir justicia por la desaparición de los 43 estudiantes -que la fiscalía asegura que fueron asesinados e incinerados por narcotraficantes coludidos con policías- así como para reclamar mejoras laborales.