Spring Break
Miami Beach: los motivos por los que la ciudad desea acabar con el Spring Break
Las vacaciones de primavera, mejor conocidas como Spring Break, cada años llevan a miles de jóvenes a Miami Beach y este fenómeno ha hecho que las autoridades de la ciudad implementen una serie de restricciones.
Miami Beach es una de las ciudades favoritas de los jóvenes estadounidenses para disfrutar del Spring Break. (Foto Prensa Libre: EFE)
Las vacaciones de Spring Break cada año llevan a cientos de miles de jóvenes estadounidenses a Miami Beach para “vivir días de descontrol y excesos”.
Miami Beach, a raíz del inicio de las vacaciones de primavera, se encuentra implementando una serie de medidas de seguridad para controlar la afluencia masiva de turistas.
Estas restricciones también buscan mitigar los incidentes registrados por conducta desordenada y violencia, los cuales han afectado esta zona turística durante los últimos años.
Las acciones más importantes para erradicar los problemas relacionados al Spring Break son la limitación de accesos a las playas, el incremento en las tarifas de parqueo y el despliegue masivo de policías en la ciudad.
Además, la ciudad aumentó los controles de alcoholemia, ordenó que los bares y restaurantes no puedan abrir sus terrazas en las aceras y que las tiendas que venden alcohol cierren sus puertas a las 20 horas.
El año pasado, las actividades realizadas durante el Spring Break en Miami Beach causaron una serie de tiroteos que dejaron un saldo de dos personas fallecidas.
Las reacciones ante el deseo de acabar con el Spring Break en Miami Beach
Shannon McKinney, estudiante universitaria de Nueva Orleans, expresó su indignación ante los cambios realizados por las autoridades de Miami Beach ya que se que se le negó el acceso a la playa debido a que durante Spring Break cierra cuatro horas antes de lo habitual.
"Es bastante loco porque sólo queremos divertirnos. No hemos venido a promover la violencia. Hicimos un viaje largo y gastamos dinero", lamentó McKinney, quien llegó a Miami Beach en compañía de su hermana y una amiga.
Por su parte, Conae Rhodes, una joven de Virginia, se muestra más comprensiva con las nuevas normas. "Puedo entender por qué actúan así. Siempre hay gente que no sabe comportarse o que bebe demasiado", expresó la joven de 25 años.
A una cuadra de Ocean Drive, frente al restaurante cubano que regenta, Janet Alvarado criticó el daño económico de estas normas. "Ahora lo que tenemos es una seguridad enorme, pero no tenemos clientes. Se les pasó la mano con los comercios pequeños como nosotros que estamos tratando de pagar una renta".