A pesar de las llamas, la única puerta de la discoteca Kiss de la ciudad de Santa María, en el Estado de Río Grande do Sul, fue bloqueada, y decenas de personas se agolparon para intentar derribarla y escapar, contaron testigos. Hay también 116 heridos, según el último balance de la Policía y los bomberos.
El fuego comenzó en la madrugada, hacia las 2, hora local, luego de que un integrante de la banda musical Gurizada Fandangueira lanzara una bengala que incendió el techo, según los bomberos y testigos. El fuego fue controlado cinco horas después.
“Fue un horror. Perdí a un amigo muy cercano. Las salidas de emergencia eran insuficientes; perdí de vista a mi amigo en la confusión”, dijo el joven dentista Mattheus Bortolotto al canal de televisión Band News.
“Las barreras metálicas utilizadas para organizar las filas de espera bloquearon la salida. Las personas se entrechocaban, caían. Los que estaban en el fondo de la discoteca quedaron atrapados”, añadió.
Puerta cerrada
“Gritamos fuego, fuego, pero el encargado de seguridad abrió los brazos para mantener la puerta cerrada. Unos cinco o seis derribaron al de seguridad y tiraron la puerta abajo. Era la única salida”, dijo Murilo de Toledo, estudiante de Medicina, de 26 años.
Una vez fuera, el joven quiso ayudar a sus amigos. “El fuego era muy fuerte, quemaba y sofocaba, no podíamos entrar. Agarrábamos a quien podíamos y lo tirábamos hacia afuera, yo agarré a alguien por los pelos para sacarlo”, dijo.
Los muertos son 121 hombres y 112 mujeres, la mayoría asfixiados”, dijo Rois Tavares, subcomandante de la Policía. Muchos eran estudiantes de la Universidad Federal de Santa María
Las personas entraron en pánico y acabaron pisoteándose unos a otros. El ministro de Salud, Alexandre Padilha, dijo que la mayor parte de los heridos sufrieron intoxicación respiratoria causada por la inhalación de gases; solo una pequeña parte sufrió quemaduras.
Este es el segundo incendio con más muertos en la historia de Brasil, luego del fuego en un circo que dejó 533 muertos en Niterói, frente a Río de Janeiro, en 1961.
Permiso vencido
El permiso de la discoteca otorgado por los bomberos para operar “está vencido desde agosto”, indicó el comandante Moisés da Silva Fuchs. La capacidad de la discoteca era para mil personas, pero había unas dos mil.
La Policía pidió a los familiares que lleven fotos para facilitar la tarea de identificación.
La presidenta Dilma Rousseff adelantó su retorno de Chile, donde participaba en una cumbre, para visitar el lugar de la tragedia, y declaró tres días de duelo.