Más de 200 personas han muerto y otras 300 han resultado heridas desde el martes recién pasado, en Irak, un gran número de ellas en enfrentamientos entre fuerzas de seguridad, por una parte, y manifestantes y hombres armados suníes, por otra.
Ayer, tras la oración musulmana semanal, cuatro personas murieron y otras 50 resultaron heridas en atentados perpetrados contra cuatro mezquitas suníes de Bagdad y sus alrededores, afirmaron un responsable del Ministerio del Interior y varias fuentes médicas. El peor ataque tuvo lugar en la mezquita Al Kubaisi, en el sur de Bagdad.
En el norte de la capital, dos bombas causaron 11 heridos, cerca de las mezquitas Al Shahid Yusef y Malikal Asht.
La violencia comenzó el martes recién pasado en Huweijah, cuando la Policía intervino en una manifestación suní, que se efectúa desde hace cuatro meses, en protesta contra el primer ministro Nuri al Maliki. Esta situación produjo enfrentamientos entre manifestantes y agentes antidisturbios, seguidos de ataques en represalia contra las fuerzas de seguridad, en varias regiones.
Estos hechos violentos son los más sangrientos desde que en diciembre comenzaron las manifestaciones contra Maliki en las provincias de mayoría suní del norte de ese país.
Desde hace cuatro meses, manifestantes suníes reclaman la dimisión de Al Maliki, un chií acusado de acaparar el poder y marginar a ese grupo.