Brahimi, que hizo estas declaraciones tras mantener consultas con el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, subrayó que la comunidad internacional está obligada a ayudar a los sirios a poner en marcha un proceso de transición y reforma democrática.
“El pueblo sirio debe tomar una decisión sobre los profundos cambios en el país. (Pero) No pueden iniciar el proceso político por su cuenta sin ayuda exterior”, dijo.
El diplomático, que llegó a Moscú tras cinco días de intensas negociaciones en Damasco, donde se reunió con el líder sirio, Bachar al Asad, y la oposición, subrayó que el proceso político debe “ser creíble, viable y dirigido por los propios sirios”.
“La otra alternativa es la somalización (medio millón de personas han muerto en ese país africano desde 1991) de Siria, con las consecuencias que pueden ser fácilmente imaginables no sólo para el pueblo sirio, sino para toda la región”, señaló.