Sin embargo, su constante uso de drogas deterioraron su salud y causaron su muerte en 1970, cuando el guitarrista tenía tan solo 27 años.
Sus conocidos excesos, además de costarle la vida, usualmente lo sumergían en un estado en el que el músico estadounidense no reconocía lo que estaba sucediendo a su alrededor y le impedían estar consciente de los peligros que le acechaban.
Un claro ejemplo de esto sucedió en 1969, un año antes del fallecimiento del artista, cuando Jimi Hendrix fue secuestrado en Nueva York por un grupo de mafiosos durante el fin de semana y finalmente fue rescatado por Jon Roberts, ex miembro de la mafia que años después se convertiría en socio de Pablo Escobar y el Cártel de Medellín en la exportación de cocaína hacia EE.UU.
De acuerdo con el periodista Evan Wright, coautor de la biografía de Jon Roberts titulada “American Desperado”, en 1969 Jimi Hendrix tenía programado un concierto en el club Salvation, ubicado en Nueva York, el cual era manejado por Roberts y sus socios Andy Benfante y Bradley Pierce, reconocidos mafiosos de la época.
Jon Roberts recordó que esa noche el legendario guitarrista intentó convencerlo de inyectarse un tipo de droga fuerte. Sin embargo, el mafioso se negó debido a que no era fanático de las sustancias inyectadas.
A pesar de esto, Jimi Hendrix entabló una breve amistad con los dueños del club nocturno y se convirtió en un cliente habitual del Salvation.
Meses después de su primera visita, el músico estadounidense regresó a este club de Nueva York y durante la noche de su secuestro se encontraba buscando drogas.
En esta búsqueda, Jimi Hendrix se topó con dos individuos que lo convencieron de que podrían conseguirle un poco de droga y terminaron secuestrándolo por el fin de semana.
“Jimi tenía gente que normalmente le compraba droga. Pero a veces se drogaba tanto que entraba en nuestros clubes en busca de drogas por su cuenta. Una noche, dos chicos italianos de nuestro club vieron a Jimi buscando droga y decidieron: ‘Eh, ese es Jimi Hendrix. Agarrémoslo y veamos qué podemos conseguir”, relató Jon Roberts en su biografía.
Algunos relatos establecen que el músico fue amarrado a una silla para que no opusiera resistencia y otros afirman que Hendrix estaba tan drogado que simplemente siguió las indicaciones de sus secuestradores sin saber que estaba sucediendo.
De igual manera, existen más versiones de lo sucedido y algunas personas afirman que los secuestradores querían un contrato discográfico y obligaron al artista estadounidense a llamar a Michael Jeffrey, su agente, para que los firmara de inmediato.
A pesar de las distintas versiones sobre lo sucedido, Michael Jeffrey fue contactado por los secuestradores para comentar que tenían de rehén a Jimmy Hendrix y ante esto el agente del músico decidió contactar a Roberts, quien junto a sus socios decidieron tomar cartas en el asunto.
“Lo siguiente que supe fue que me llamaron y dijeron que unos italianos se habían llevado a Jimi de nuestro club”, confesó Roberts.
“Andy y yo necesitábamos dos o tres llamadas telefónicas para obtener los nombres de los hombres que secuestraron a Jimi. Nos acercamos a ellos y les dejamos en claro: “Dejen ir a Jimi o están muertos. No le hagan daño ni a un pelo de su afro”, continuó.
Luego de esta amenaza, los secuestradores soltaron a Jimi Hendrix, quien de acuerdo con lo relatado por Roberts estaba tan drogado que no se dio por enterado del secuestro.
Para la sorpresa de muchos, el responsable de liberar al guitarrista de sus secuestradores en 1969 era un ex miembro de la familia Gambino, grupo de mafiosos que se encontraban presentes en Nueva York a mediados de la década de los 60.
Después de rescatar a uno de los guitarristas más talentosos de la historia, Jon Roberts se mudó a Miami a principios de la década de 1980 y terminó adentrándose al mundo del tráfico de drogas al convertirse en socio del narcotraficante más poderoso de la historia: Pablo Escobar.
En esta nueva etapa de su vida, Roberts comenzó a ser conocido como “El Gringo Barbudo” y se convirtió en el enlace en Estados Unidos del Cártel de Medellín, organización criminal liderada por Escobar.
Roberts llegó a ser uno de los hombres más ricos de Miami a mediados de los años ochentas debido a su relación directa con el mundo del narcotráfico y estableció varios negocios por las ciudad que sirvieron para lavar su dinero y el de sus socios.
Años más tarde, “El Gringo Barbudo” fue arrestado por las autoridades estadounidenses luego de varias investigaciones en las que se concluyó que había introducido más de 56 toneladas de cocaína a Estados Unidos provenientes de las fincas de Pablo Escobar.
Tras de la publicación de su biografía en 2011, Jon Roberts aceptó que haber salvado la vida de Jimi Hendrix fue vital para que se le conociera y posteriormente fuera involucrado en los negocios de Pablo Escobar.
“¿Quién sabe? Si no hubiera sido por salvar a Jimi Hendrix, quizás nunca me hubiera conectado con el Cartel de Medellín y Pablo Escobar en Miami y comenzado en el negocio del contrabando de cocaína. Estés donde estés Jimi, gracias”, confesó.