Una pareja fue condenada a 35 años de cárcel, culpables de la muerte de su hija de 5 años al obligarla a beber refrescos y agua.
Randall Vaughn, de 42 años, y su esposa Mary, 49, se declararon culpables y fueron sentenciados por el delito de asesinato en segundo grado y negligencia infantil.
Ambos obligaron a su hija Alexa a beber dos litros de gaseosa y agua pura en una forma de castigo porque la niña había tomado otra bebida sin permiso y que estaba reservada para otro familiar.
La niña murió días después por una inflamación en el cerebro.
Alexa Linboom
