“El gobierno de la inclusión es pura ilusión”, se lee en una de las numerosas pancartas que llevan los jóvenes, que convirtieron así un lema político de Humala en una denuncia social contra su gobierno.
Algunos de los manifestantes ocultaban su rostro con la máscara que identifica globalmente al grupo de piratas informáticos Anonymous, mientras que la gran mayoría entonaba cánticos contra los empresarios y el gobierno nacionalista de Humala.
A la marcha, en la que, según los organizadores, participaron unas cinco mil personas, se sumó el sindicato de inspectores laborales del ministerio de Trabajo, órgano encargado de supervisar que las empresas respeten las normas de empleo.
“La ley es para esclavos”, señalaba otra pancarta cargada por una joven que integraba una de las hileras de la marcha.
En la sede de la Confederación empresarial, en el exclusivo barrio financiero limeño de San Isidro, más de un centenar de policías formó un cerco para impedir que los manifestantes se acercasen al enrejado del local.
“¡Derogatoria ya!”, fue el clamor más escuchado de las gargantas de jóvenes que participaron de la manifestación, convocada a través de las redes sociales Facebook y Twitter.
El movimiento juvenil, que no tiene cabezas visibles y que surgió de forma espontánea a mediados de diciembre tras la aprobación de la ley, rechaza la norma por discriminatoria, ya que elimina beneficios sociales, reduce de 30 a 15 días las vacaciones y no otorga compensación por tiempo de servicio.
El nuevo régimen laboral juvenil apunta, según el gobierno, a insertar en el mercado a la población con mayor índice de desempleo, comprendida entre los 18 y 24 años.
Los organizadores convocaron para el 15 de enero a una cuarta marcha, en caso de que para la fecha la ley no haya sido derogada.
– Humala intenta desinflar las protestas –
La acogida de las anteriores marchas, el 18 y 22 de diciembre, sorprendió al gobierno, que intenta desinflar la protesta prometiendo mejoras en el reglamento de la ley que satisfagan en parte las demandas de los jóvenes.
Temprano el lunes, el presidente Humala prometió que no habrá despidos con la flamante ley: “El reglamento no permitirá los despedidos”, dijo Humala, un comandante del ejército de 52 años, al instar a los jóvenes de desistir de protestar.
El ministro de Trabajo, Fredy Otárola, se sumó a los anuncios e indicó que los jóvenes recibirán utilidades de sus nuevos empleadores.
La esposa de Humala, Nadine Heredia, primera dama de Perú y presidenta del oficialista partido nacionalista, comanda por su parte desde las redes sociales una ofensiva de propaganda a favor de la ley que incluye a los ministerios de Economía y de Trabajo, entre otros.
Las protestas han estallado cuando Humala remontó este mes en cinco puntos porcentuales su popularidad, que se ubicó en un 30%, según los sondeos, y en momentos en que Perú busca superar una caída del ritmo del crecimiento económico, que en 2014 se situó por debajo del 3%, en comparación a la racha de aumento medio del PBI del 5% en el último lustro.