La casa, que le costó 280 mil dólares a Battisti, fue vendida por 116 mil.
Está ubicada en Aliquippa, en el oeste de Pennsylvania.
La decisión del juez es un rechazo a la petición de Battisti de que sea revocada la venta de la casa, realizada en septiembre del 2011.
Battisti, quien aún vive en la casa, dijo que apelará la decisión.
“Yo lo pagué todo, y simplemente no sabía de esos 6.30 dólares”, dijo Battisti. “Vender una casa por no pagar apenas 6.30 dólares es una locura”.
El juez Gus Kwidis escribió que la oficina de impuestos local cumplió con su deber de notificarle a la propietaria de la vivienda antes de la subasta. Ella antes debía otros impuestos, pero al momento de la venta debía sólo 235 dólares, incluyendo multas e intereses.
“No cabe duda de que (ella) recibió las notificaciones del 7 de julio del 2011 y del 16 de agosto del 2011”, escribió el juez. “Más aun, el 12 de agosto del 2011, se le envió por correo especial una notificación de la venta, sin que haya respuesta”.
La mayoría del dinero proveniente de la venta de la casa será pagada a Battisti, si es que sus apelaciones no prosperan.
El abogado del comprador de la vivienda no contestó una llamada pidiéndole su comentario.
Joe Askar, director de asuntos legales del condado Beaver, expresó que el juez tiene razón desde el punto de vista legal.
“Al condado no le agrada ver que alguien pierde su vivienda, pero no hay manera de contradecir lo que dicen las leyes de impuestos y las leyes de bienes raíces”, comentó Askar.
Battisti dijo que su esposo era el que manejaba las cuentas relacionadas con la propiedad.
Askar expresó que “al parecer la muerte del esposo le afectó mucho, y él era el que se encargaba de esos asuntos”.