El vídeo no tiene sonido, por lo que no queda claro por qué razón los manifestantes corren y se esconden detrás de los automóviles, justo antes de que el joven, de 18 años, que la Policía dice que es Harris, salga corriendo con un arma en la mano.
Su versión, que contradice la de testigos y familiares del joven, sostiene que Harris disparó al coche de los agentes, que iban de incógnito, después, los policías le siguieron a pie y a continuación el joven habría comenzado a dispararles.
Los cuatro agentes involucrados en este suceso están en baja administrativa.
Sobre Harris pesan cuatro cargos por asalto a agentes de seguridad, cinco cargos por acción delictiva con arma y uno por disparar a un vehículo. La fianza asciende a 250 mil dólares en efectivo.
También en la noche del domingo recién pasado hubo otras dos balaceras en las cercanías de la avenida West Florissant, en los que se intercambiaron más de 40 disparos y dos jóvenes resultaron heridos leves.
Los incidentes del domingo y el lunes recién pasdo han ensombrecido el pacífico aniversario de la muerte de Michael Brown, cuya muerte hace un año desató los peores disturbios raciales que Estados Unidos ha visto en décadas y dio paso a un nuevo movimiento por los derechos civiles que tiene por lema Black lives matter (“Las vidas de los negros importan”).
Gracias a esta nueva corriente de activismo, el país presta atención y analiza cada caso en el que un negro es la víctima de una agresión ejercida por un policía.
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-Despiden a policía en Texas-
Mientras tanto, el policía que mató a un estudiante afrodescendiente de 19 años desarmado el viernes recién pasado en Texas, sur de Estados Unidos, fue despedido por haber tomado “malas decisiones” , indicó el martes recién pasado el jefe de la policía local.
Brad Miller, un oficial de 49 años que no había terminado su formación en el terreno, disparó contra Christian Taylor, joven estrella del equipo de fútbol americano de su universidad, la Angelo State, que había chocado con su vehículo la vitrina de un concesionario automóvil.
El jefe de la policía de Arlington, una localidad en los suburbios de Dallas, Will Johnson, enumeró durante una conferencia de prensa varias de las “malas decisiones” de Miller y explicó que cesó al policía tras una reunión con los investigadores y por elementos “preocupantes” , informó The Dallas Morning News.
“Se tomaron decisiones que tuvieron una consecuencia catastrófica” , explicó Johnson, quien calificó el caso de “extraordinariamente difícil” .
El agente Miller “pensaba que estaba solo” con Christian Taylor en el concesionario en el momento en que sacó su arma. Sin embargo, el oficial a cargo de su formación, el cabo Wiggins, estaba justo detrás de él.
“(Christian) Taylor estaba a dos o tres metros de (Brad) Miller cuando se produjeron los disparos” , dijo Will Johnson.
La decisión del policía “de ir solo, sin plan y sin que los oficiales hubieran establecido un perímetro (de seguridad) no fue una buena estrategia” , subrayó.
La Policía federal estadounidense (FBI) , que participa en la investigación, “actuará en consecuencia si se comprueba que hubo una violación de los derechos civiles” , aseguró el jefe de Policía.
El hecho de que el policía estaba aún en formación en el momento de los hechos no le permite apelar su despido, según The Dallas Morning News.
Este es el más reciente de una larga serie de casos en los que jóvenes negros desarmados son abatidos por policías en Estados Unidos. Este ocurrió dos días antes del primer aniversario de la muerte a los 18 años de Michael Brown en Ferguson, Misuri (centro) , cuya conmemoración derivó en hechos violentos el fin de semana.