La junta interventora de Invest-H indicó en un comunicado que se trata de 250 mil kits de prueba ACCUPOWER RT-PCR para los diagnósticos del coronavirus.
Las pruebas fueron recibidas el 21 de abril por Invest-H, que “entregó las primeras 100 mil a los técnicos de la Secretaría de Salud, acompañada de la Comisión de Veeduría integrada por técnicos de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) y por la auditoría concurrente del Tribunal Superior de Cuentas”, añade la información.
Según la junta interventora de Invest-H, al momento de la recepción, la Comisión Veedora y Auditora junto a técnicos de la Secretaría de Salud “pudieron identificar que la temperatura ambiente, a la que deberían venir dichas pruebas, no estaba conforme a las normas establecidas, quedando sujetas a una evaluación, para verificar la efectividad de la totalidad de las pruebas”.
Los otras 150 mil pruebas restantes llegaron a Honduras y, mientras se hacía el proceso para sacarlas de aduanas, estuvieron en un cuarto frío de entre 2 y 8 grados centígrados, temperatura que no fue contratada por el proveedor, que es de menos 21 grados.
“En vista de que no se cumplió con la temperatura de la cadena de frío establecida para este fin, INVEST-Honduras no dio por recibidas dichas pruebas que aún se encuentran en el almacén de la empresa de transporte y, se ha procedido a realizar las gestiones legales correspondientes para el reemplazo de las mismas por parte de la empresa de transporte”, indicó la misma institución.
Valoradas en más de un millón de dólares
Honduras sigue con un lento proceso diario de confirmación de pruebas de covid-19, lo que ha venido siendo atribuido a la falta de laboratorios y daños que han sufrido los únicos dos que tiene Salud Pública en San Pedro Sula y Tegucigalpa, las dos ciudades más importantes del país y las que registran más casos de contagios con la mortal enfermedad.
La pérdida de las 250 mil pruebas se suma a las denuncias de presunta corrupción en la compra, por casi 48 millones de dólares, de siete hospitales móviles, en Turquía, también por Invest-H, que está siendo investigada por el Ministerio Público.
Dos de esos hospitales llegaron el 10 de julio a Puerto Cortés, en el Caribe hondureño, donde demoró su salida hacia las ciudades de San Pedro Sula y Tegucigalpa, para su instalación.
Un mes después de la llegada de los dos nosocomios, entre los que se descubrió que venía algún equipo usado y vencido desde 2016, todavía no están funcionando, pese a la urgencia que tiene el país de contar con equipo y otros recursos para atender la pandemia, que ha dejado carca de 1 mil 500 muertos y más de 47 mil contagiados.
De los otros cinco hospitales restantes, la junta interventora que asumió el control de Invest-H, luego de ser separado su director, Marco Bográn, a finales de junio, prevé que estarían llegando a finales de septiembre.
El titular de la junta interventora, José Alberto Benítez, dijo hoy escuetamente que quizá en lo que se ha fallado en la compra de las pruebas que se han echado a perder, ha sido en la selección de la empresa de transporte.
Añadió que el problema no ha sido de vencimiento de las pruebas, sino el incumplimiento del protocolo para su conservación, y que Invest-H hará los trámites para recuperarlas o que se devuelva el dinero que se ha pagado.
Las pruebas al parecer tuvieron un coste de 46 millones de lempiras (1,8 millones de dólares). EFE