El diplomático dijo que “realmente es difícil” asegurar si el área cultivada de hojas de coca va a subir este año. Según la ONU, Colombia es el principal cultivador mundial de esa planta, materia prima de la cocaína, con 96 mil hectáreas de sembradíos.
“Hay una cantidad de coca en el país sin precedente, hay que dar respuesta a eso”, agregó Whitaker.
Según Naciones Unidas, que prevé entregar su informe sobre producción de drogas y cultivos ilícitos en Colombia en julio, el área sembrada en el país permite una producción potencial de 646 toneladas de cocaína.
"Hay una cantidad de coca en #Colombia sin precedentes. Hay que responder a eso"- Embajador Whitaker en @CaracolRadio.
— US Embassy Bogota (@USEmbassyBogota) June 15, 2017
El embajador sostuvo que el gobierno debe hacer erradicaciones voluntarias y forzosas de estas plantaciones para enfrentar esta “amenaza en términos de salud pública y seguridad pública” para Colombia, Estados Unidos y países intermedios.
“Hay que pensar en todas la opciones”, apuntó el diplomático, mencionado la fumigación aérea como opción. Washington considera que es segura y eficaz, pero Colombia suspendió ese método en octubre de 2015 por problemas ambientales y de salud.
“La decisión por parte de Colombia de dejar de fumigar es una decisión soberana que respetamos plenamente”, señaló.
El gobierno colombiano admitió que la interrupción de la aspersión aérea con glifosato pudo haber incidido en el aumento de los cultivos, que pasaron de 69 mil hectáreas en 2014 a 96.000 en 2015.
"Habrá más #cocaína. Eso es inevitable por el crecimiento de la mata" – Embajador Whitaker en @CaracolRadio.
— US Embassy Bogota (@USEmbassyBogota) June 15, 2017
Para este año, el gobierno espera erradicar y sustituir cien mil hectáreas de coca, en un esfuerzo que contará con apoyo de la guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas), que en el acuerdo de paz firmado en noviembre se comprometió a combatir el narcotráfico, combustible desde la década de 1980 del conflicto armado.
Washington ha aportado miles de millones de dólares a la lucha antinarcóticos en Colombia a través del “Plan Colombia”, que también incluyó fondos para combatir a las guerrillas.