Por ejemplo, después de los ataques en septiembre contra misiones diplomáticas estadounidenses en Egipto y Libia, el departamento de Estado norteamericano utilizó sus cuentas en Twitter para criticar a los organizadores de las protestas e informar a sus conciudadanos, en una operación de “diplomacia pública” .
La presidenta brasileña Dilma Rousseff utiliza constantemente Twitter para informar de sus actividades e iniciativas, y el presidente venezolano Hugo Chávez tiene más de tres millones de seguidores en su cuenta, un número importante pero bastante menor que las 20 millones de personas que siguen al presidente Barack Obama en esa red social.
“Cada vez más países utilizan instrumentos digitales, incluyendo las redes sociales” para impulsar su diplomacia, confirmó el italiano Antonio Deruda, autor del libro “Diplomazia Digitale” , centrado en la la llamada “E-diplomacia” .
Washington está a la vanguardia de esta tendencia. La derrota de la secretaria de Estado Hillary Clinton, en 2008 en las primarias frente a Barack Obama se atribuyó en parte a su poco uso de las redes sociales
Al contrario, el actual presidente de Estados Unidos utilizó a fondo las redes sociales en su campaña de primarias y luego en la Casa Blanca.
El Departamento de Estado norteamericano tiene unas 300 cuentas en Twitter, incluyendo las de embajadores y embajadas, unas 400 páginas de Facebook y unos 180 canales en YouTube, que utiliza a fondo para impulsar sus objetivos diplomáticos.
Por ejemplo, en la guerra de propaganda contra el régimen de Damasco, el embajador estadounidense en Siria, Robert Ford, utilizó la página Facebook de la embajada para divulgar imágenes de satélite declasificadas que mostraban movimientos de tropas gubernamentales en zonas civiles.