Internacional

Policía registra vivienda en relación con masacre en EE.UU.

Agentes federales y de la Policía local registra por segundo día un domicilio en relación con la masacre en San Bernardino, California.

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El FBI busca fuera de una casa, en conexión con la balacera en San Bernardino, (Foto Prensa Libre: AP).

Un equipo registró este jueves por la madrugada la residencia en Redlands, a unos 11 kilómetros del lugar de la matanza en el Inland Regional Center.

También registraron un auto negro estacionado frente a la casa.

La vivienda es el lugar donde los agentes vieron inicialmente un vehículo similar a la descripción del SUV en las horas previas al tiroteo final en el que fueron abatidos.

Las autoridades federales dicen que los dos fusiles de asalto y las dos pistolas usadas en la masacre de San Bernardino fueron adquiridas legalmente en Estados Unidos, dos de ellas por alguien que ahora está siendo investigado.

Meredith Davis, de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, dice que los investigadores están buscando una conexión con la última persona que las adquirió legalmente.

Dijo que las cuatro armas fueron adquiridas hace cuatro años, pero no aclaró si fueron compradas en California u otro estado ni cómo llegaron a las manos de los dos atacantes.

La Policía abatió a los dos sospechosos, un hombre y una mujer, tras varias horas de persecución en un gigantesco operativo que movilizó a centenares de agentes locales, del FBI y unidades de élite SWAT.

    El hombre fue identificado como Syed R. Farook, de 28 años, un ciudadano estadounidense que llevaba cinco años trabajando en el departamento de salud del condado de San Bernardino.

La mujer es Tashfeen Malik, de 27 años. Las autoridades no pudieron confirmar su nacionalidad, pero sospechan que ambos eran pareja.

    Una tercera persona fue detenida tras ser vista al salir del lugar de la balacera, pero se desconoce si participó en la masacre, de acuerdo con el jefe de la Policía local, Jarrod Burguan.

El director adjunto del FBI en Los Ángeles, David Bowdich, no descartó que se trate de un acto terrorista. “Es una posibilidad, pero todavía no lo sabemos” , declaró.


En el mismo sentido se expresó Burguan, quien sostuvo que hasta el momento no se conocían los motivos del ataque, “pero no excluimos el terrorismo” . “Se trata como mínimo de un ataque del tipo de terrorismo interior” , agregó Burguan.

    A pesar de que no se ha establecido ninguna relación del ataque con una ideologías o creencias religiones, la comunidad musulmana de California condenó firmemente el ataque en una conferencia de prensa improvisada.

    La Policía encontró varios explosivos en el centro médico.

    Compañeros de trabajo de Farook citados por el diario Los Angeles Times aseguraron que éste viajó recientemente a Arabia Saudita, de donde regresó casado con una mujer que conoció por internet.

    El matrimonio tenía una niña de seis meses y “estaba viviendo el sueño americano” .

    El cuñado de Farook, Farhan Khan, aseguró en una rueda de prensa en la sede del Consejo de Relaciones Estadounidenses-Islámicas  (CAIR) en Anaheim, al sur de Los Ángeles, no tener “ni idea de por qué lo hizo” .

    El hombre acudió por la mañana a la fiesta de Navidad que el condado de San Bernardino organizó para sus trabajadores en el Centro Regional Inland, que atiende a pacientes con discapacidades mentales.

    Los sospechosos iniciaron el tiroteo en el centro médico alrededor de las 11.00 locales  (18.00 GMT) , vestidos con ropa de asalto y armados con rifles y pistolas.

    Ambos sospechosos fueron abatidos por la Policía en un vehículo 4×4 negro después de un intercambio disparos en una ruta fuera de San Bernardino, una localidad de 210 mil habitantes donde es frecuente la violencia callejera.

“Mamá, me han disparado”

Las inmediaciones del centro Inland se convirtieron en un improvisado hospital de campaña, donde los heridos recibieron los primeros cuidados.

Muchos salieron aturdidos por el pánico mientras otros aparecieron sin zapatos, perdidos en su intento por escapar de las balas.

    Las redes sociales fueron grandes aliadas para contar desde el interior lo que estaba ocurriendo y comunicarse con sus familiares.

    Olivia Navarro vivió una hora interminable hasta saber que su hija Jamile, también trabajadora de Inland, estaba bien. “La evacuaron al campo de golf (de al lado)” , explicó a la  AFP .


    Jennifer Stevens tuvo menos suerte. “Mamá, estoy en el trabajo, me han disparado” , escribió en un mensaje de texto.

La joven, de 22 años, fue operada de urgencia y se recuperará, informó el diario local The Sun.

Las autoridades todavía no han revelado la identidad de las víctimas mortales.

    La masacre de San Bernardino ocurre apenas cinco días después de que tres personas fallecieran y otras nueve resultaran heridas en una balacera perpetrado en una clínica de planificación familiar de Colorado, en el oeste de ese país.

    Además, es la más sangrienta desde la matanza en la escuela primaria Sandy Hook, en el estado de Connecticut  (este) , donde en 2012 murieron 20 niños y seis adultos.

    El presidente estadounidense Barack Obama lamentó una vez más la pasividad de los congresistas en relación con la modificación de la actual ley sobre control de armas.

“Ahora existe en este país un patrón de tiroteos masivos sin igual en el mundo” , afirmó el mandatario en declaraciones a la cadena CBS.

    “Podríamos tomar varias medidas, no para eliminar todos estas balaceras, pero para mejorar las posibilidades de que no se produzcan con tanta frecuencia” , aseguró.

   La balacera también movilizó a varios de los políticos que aspiran a llegar a la Casa Blanca en noviembre del 2016.

    La demócrata Hillary Clinton reclamó “tomar acciones ya para frenar la violencia derivada de las armas de fuego” , mientras que el republicanos Donald Trump deseó “buena suerte a las fuerzas de seguridad” .

Confusión

Las cadenas de televisión mostraron el cuerpo del atacante caído cerca de un todoterreno repleto de orificios de bala, posiblemente el vehículo en el que huyeron hasta tres sospechosos.

Decenas de policías mantenían bloqueada la calle en busca de pistas para identificar a los presuntos autores de la matanza.

En el operativo resultó herido uno de los agentes, que fue trasladado a un hospital cercano aunque su vida no corre peligro.

Los sospechosos atacaron con armas largas el Centro Regional Inland alrededor de las 11 hora local, especializado en asistir a pacientes discapacitados.  


A esa hora el auditorio acogía un evento organizado por el condado de San Bernardino para un centenar de trabajadores.

“No sabemos quiénes son, pero estaban preparados como si se tratara de una misión”, dijo previamente el jefe policial de la ciudad, Jarred Burguan.

Las autoridades todavía desconocen las razones que motivaron la masacre pero reconocieron que se trata “como mínimo de un acto de terrorismo doméstico”.

Un empleado del centro, Brandon Hunt, contó a la cadena CNN que en el centro había unos 550 trabajadores, quienes “se encerraron en oficinas y armarios para intentar estar a salvo”.

Hunt no dijo cuántos pacientes estaban en el centro en el momento de la balacera.

“Es una situación muy desafortunada. Estas personas dan su corazón y su alma para ayudar a los demás. Es una locura la audacia de los atacantes, de venir aquí y disparar”, reconoció.

Obama, indignado

El presidente Barack Obama, que fue informado de inmediato de los hechos, lamentó que en Estados Unidos exista “un patrón de tiroteos masivos”.

“Ahora existe en este país un patrón de tiroteos masivos sin igual en el mundo. Podríamos tomar varias medidas, no para eliminar todos estos tiroteos, pero para mejorar las chances de que no se produzcan con tanta frecuencia” , dijo a la cadena CBS.

Hace apenas cinco días, el mandatario clamó un rotundo “ya basta”  a los ataques con armas de fuego después de que tres personas murieran y otras nueve resultaran heridas en una masacre en Colorado, al oeste del país.

Obama abogó entonces por “hacer algo sobre la facilidad de acceso a las armas de fuego”.

Las inmediaciones del centro Inland estaban tomadas por las fuerzas de seguridad, equipos de élite SWAT, bomberos y numerosas ambulancias.

Varias decenas de personas fueron vistas saliendo de un edificio cercano con las manos en alto, acompañadas por agentes fuertemente armados.

Olivia Navarro tardó una hora en saber que su hija Jamile, empleada del centro, estaba bien.

“La evacuaron al campo de golf (de al lado). Estaba muy asustada, pero guardaba la calma”, explicó esta mujer de 63 años.

“Me dijo que había varios atacantes en el edificio y que se iba a encerrar en una habitación.

Paul George, de 28 años, oyó los disparos desde una gasolinera cercana.

“Oí al menos una docena. La policía comenzó a llegar de todas partes y cortó el acceso  (al centro)”, dijo.

La aspirante demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, condenó los hechos en Twitter: “Me niego a aceptar que esto es normal. Debemos tomar acciones ya para frenar la violencia derivada de las armas de fuego”.

El precandidato republicano Donald Trump deseó de su lado ” buena suerte a las fuerzas de seguridad”. “¡Ahora es cuando apreciamos tanto a la policía!”, escribió en Twitter.

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