Michael Franks, pareja del can y a quien adoptó como mascota, caminó junto a Juez hacia el Centro Veterinario San Francisco, lugar en donde el animal fue sacrificado.
Franks y su familia tomaron la decisión de sacrificar a Juez pues el perro padecía la enfermedad de Chushing que hacía que el can tuviera vómitos, sangrado y pérdida de cabello. Además, el perro tenía serios problemas para movilizarse.
“Los médicos le dieron varios meses de vida” explicó Sean McKena, subjefe de la Policía de Deptford y agregó que el perro había pasado por una cirugía y tomaba medicamentos, pero que su salud se deterioró rápidamente.
El homenaje incluyó permitirle a Juez llevar en su boca “la última mordida”, una manga que utilizan los adiestradores para protegerse de las mordidas durante los entrenamientos que reciben los perros policías en técnicas de ataque.
“Se trata de mostrar respeto y también la gente que está aquí ha querido agradecer a Juez por su servicio a la comunidad“, dijo el sargento de Glassboro, Dan Eliasen, que supervisa la división de su departamento de K-9. “Nadie se ha olvidado de lo que ha hecho y eso incluye la protección a su pareja y su comunidad”.
Juez ingresó al servicio K-9 en West Deptford en 2007 y se retiró en agosto del 2014 debido a un problema con sus dientes.
En el tiempo en el que Juez estuvo de alta en la Policía, fue desplegado a servicio 280 veces, detuvo a 152 sospechosos, ayudó a recuperar tres vehículos robados y incautó droga valorada en más de US$47 mil.